𝐭𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐮𝐧𝐨

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te amo tanto que podría vivir por ti

Llevaban aproximadamente una hora conduciendo por la carretera, el viaje era ameno y demasiado agradable, Mark observaba el perfil de Yuta mientras este conduce con una sonrisa pegada en el rostro, manejaba con una mano en el volante mientras que ...

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Llevaban aproximadamente una hora conduciendo por la carretera, el viaje era ameno y demasiado agradable, Mark observaba el perfil de Yuta mientras este conduce con una sonrisa pegada en el rostro, manejaba con una mano en el volante mientras que con su mano libre posaba de manera despreocupada sobre la pierna de Mark.

Mark comenzaba a pensar que de verdad Yuta lo llevaba a las estrellas, pues por más que preguntaba este no quería decirle a donde iban, pues se refugiaba en que era una sorpresa y siempre que podía se inclinaba sobre el para besarle las mejillas y Mark sonreía como una colegiala enamorada.

— Me estás secuestrando  —se quejó Mark, Yuta rió bajito apretando el muslo de Mark.

— No en realidad, tu me seguiste hasta acá por tu propio pie — le tomó la mano de Mark para llevarla hasta sus labios y dejar un beso en el dorso de su mano, suspiro  — ¿Te he dicho lo mucho que te amo?

Mark se sonrojo hasta las orejas y con cuidado negó, Yuta estaciono el coche y giró para ver a Mark directamente a los ojos.

— Te amo, Mark Lee — le tomó por las mejillas — Te amo tanto que podría vivir por ti.

Le beso con cuidado, sintiendo como Mark suspiraba contra él dejándose hacer, entreabrió sus labios para que Yuta le besara como quisiera y así sucedió, al principio fue un beso delicado, con Yuta tomándose el tiempo para saborear los labios de Mark como debía, no quería profundizar más el beso, no estaba en sus planes, pero la pequeña lengua traviesa de Mark acariciando la suya le hizo cambiar de planes.

Le besó con fuerza, demandando que Mark le siguiera el ritmo, el chico no se hizo esperar, le beso con las mismas ganas que Yuta le besaba y soltaba pequeños quejidos cuando Yuta le mordía los labios o en su caso la lengua, se sintió marear, hacía mucho tiempo que Yuta no le besaba así y ya había olvidado cuánto le gustaba ser besado de aquella manera, se quejó bajito cuando Yuta abandonó sus labios para dejar un rastro de besos hasta su cuello, mordió un poco donde le latía el pulso y gimió.

— Yuta  —se quejó y se levantó  de su asiento para poder pasarse al de japonés, con ayuda del otro pudo pasarse hasta quedar a horcajadas sobre Yuta y este le volvió a besar con furor, pasando sus manos por las gruesas piernas de Mark, acariciando y deleitándose de estas.

Mark rotó las caderas y mando a Yuta al carajo, este como pudo lo detuvo encajando sus dedos en las caderas de Mark, el menor se separó con las mejillas calientes y los ojos oscuros de puro deseo.

— ¿Qué pasa, hyung? ¿No quieres? — y el corazón de Yuta dio un vuelco.

— Joder, Mark, te deseo tanto como no tienes una idea — susurró acariciando su cabello.

— ¿Entonces?

— Es que esto no estaba en mis planes — le delineo los labios con su pulgar — quería traerte aquí a la playa, tener un bonito día romántico y en la noche dormir contigo mientras observaba las estrellas.

senpai | YuMark |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora