𝐭𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐭𝐫𝐞𝐬

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Lee Mina

Mark rodó sobro la cama aplastando a Yuta en el proceso, habían regresado de sus vacaciones la noche anterior, porque Yuta por alguna extraña razón había estado ansioso por volver, ya que según él tenía asuntos pendientes en Seúl, Mark no dijo nad...

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Mark rodó sobro la cama aplastando a Yuta en el proceso, habían regresado de sus vacaciones la noche anterior, porque Yuta por alguna extraña razón había estado ansioso por volver, ya que según él tenía asuntos pendientes en Seúl, Mark no dijo nada y acepto regresar, porque igualmente tenía que irse preparando para regresar a la universidad, cosa que no quería porque de verdad que no quería toparse a Lucas.

Dios, sentía que ni siquiera podría mirarle a la cara, pues había dejado de contestarle los mensajes y le desviaba las llamadas cuando esté llamaba, claro que no podría mantenerse de aquella manera por siempre, pues tenía que enfrentarlo tarde que temprano, pero si le preguntaban directamente, prefería más tarde, porque no quería verlo.

Se dijo que si lo veía, cosa que sería segura, tenía que hablar de frente, decirle las cosas desde el principio y tal vez aquello le dolería demasiado, pero prefería hablar esa vez con la verdad, porque no quería perder a Yuta, pero tampoco quería lastimar a Lucas. Se tapó la cara con frustración, de verdad que era como estar entre la espada y la pared, pero no podía culpar a nadie porque él solo fue quien se metió en ese lió y pensó que el "un clavo saca a otro clavo" era verdad. Claro que nadie hablaba de que uno podía salir lastimado y en ese caso era Lucas.

Se acurrucó contra Yuta, sintiendo como este le abrazaba rápidamente, mejor no pensaría en eso y se dijo que ya cuando estuviera con un pie en la universidad pensaría en una forma de que aquello que tenía que decirle a Lucas no sonará de forma cruel y con un poco de suerte este le terminará perdonando. Aspiró con fuerza la colonia de Yuta y sonrió, estaba tan enamorado que no podía terminar de creer que todo eso que estaba pasando fuera verdad, le dejo un pequeño beso en el cuello y escucho a Yuta reír.

— ¿No te basto con lo que te hice anoche? — preguntó Yuta con voz adormilada, Mark se sonrojo hasta las orejas.

— Estoy tratando de ser cariñoso, no todo lo que hago tiene que ver con insinuación sexual, senpai — dijo tratando de huir de los brazos de Yuta, pero este le sujetaba fuerte para que el canadiense no se escapara — Déjame ir.

Chilló juguetón, Yuta hizo el amago de soltarlo y justamente cuando Mark estaba incorporándose lo volvió a tumbar contra la cama, postrándose encima de Mark le robó un beso en los labios, el castaño fingió estar enojado e infló sus mejillas.

— No es que todo lo que hagas me parezca una insinuación sexual — le dijo juguetón — es que de por si ya eres bastante sexi, Mark y mi mente cochambrosa no puede parar de pensar en ti.

Mark sonrió tomandole por el cuello, le observo detenidamente, ese cabello anaranjado despeinado callendo contra su frente, sus ojos aún adormilados pero observandolo directamente, la sonrisa juguetona que tanto le gusta y para culminar estaba sin camisa encima de él, joder mentiría si digera que el no pensaba de aquella manera, pues cuando Yuta caminaba a su alrededor apenas rozandolo se imaginaba como lo acorralaba contra algún lado de la cocina y le besaba de manera dura.

senpai | YuMark |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora