𝐭𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨

812 98 75
                                    

amemonos sin importar nada

Mark sentía como toda la bilis se subía por su garganta, estaba nervioso y ansioso, joder, de pensar que su madre había escuchado todo el show que armaron en el cuerto se ponía rojo de la vergüenza, dios ¿de verdad escucharía todo?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Mark sentía como toda la bilis se subía por su garganta, estaba nervioso y ansioso, joder, de pensar que su madre había escuchado todo el show que armaron en el cuerto se ponía rojo de la vergüenza, dios ¿de verdad escucharía todo?

De verdad esperaba que no y que solamente su madre hubiera escuchado la última parte o algo por el estilo, solamente esperaba que no quisieran hacer todo un teatro sobre aquello, pues no era para tanto, Yuta no lo estaba obligando a nada y él ya es mayor de edad, entonces nada malo había allí, pues todo era consensuado.

— Estoy nervioso — se escuchó murmurar cuando Yuta le estaba pasando la camisa por la cabeza.

— Mírame, amor — le pidió tomándole de las mejillas, Mark levantó la mirada y se encontró con los ojos sinceros de Yuta — estaremos bien ¿si? No sé cómo lo tomarán tus padres, pero yo estoy dispuesto a afrontar todo por ti.

— ¿De verdad? — preguntó con los ojos llenos de lágrimas.

— Por supuesto que si, no lo dudes nunca ¿recuerdas mis palabras en la playa? — le acarició las mejillas — te dije que hiciéramos las cosas bien y que nos amaramos sin importar que, estoy dispuesto a huir del país con tal de estar contigo.

— ¿De que nos mantendriamos? — preguntó Mark soltando algunas lágrimas, Yuta carcajeo abrazandolo.

— Sé hacer muchas cosas aparte de ser un excelente niñero — le dijo acariciando su espalda — no te preocupes más ¿si? Yo me encargo de todo.

Y Mark se permitió confiar en las palabras de Yuta, por muchas razones, la más importante es que lo amaba y que sabía que Yuta también lo amaba entonces no pasaría nada porque ambos se tenían el uno al otro y si al mundo le importaba aquello, entonces que ellos resolvieran su homofobia o cualquier problema que tuvieran en contra de ellos, porque ellos no se dejarían por nada del mundo.

Yuta le besó los labios castamente y le sonrió de la manera más bonita que Mark jamás había visto y el miedo que sentía se fue de su sistema y se aferró a Yuta, pero se dijo que él también lucharía por Yuta sin importar que, pues estaba dispuesto a enfrentar a sus propios padres con tal de estar con el hombre que amaba.

Salieron de la habitación tomados de la mano, Yuta lideraba la caminata y Mark se sentía protegido con la ancha espalda del mayor, temblaba ligeramente, pero la mano de Yuta contra la suya le transmitía paz y seguridad,bajaron las escaleras y en la sala de estar estaban sentados sus padres, su madre estaba blanca como un papel y tenía una expresión de disgusto en el rostro, mientras que su padre estaba enfadado como era de costumbre y su mirada se mantenía en algún punto de la sala. Mark pasó saliva con dificultad.

— Mamá ¿cuando llegaron? — se atrevió a romper el silencio, Mina levantó la mirada y Mark juró que lo estaba viendo al igual que cuando tenía seis años.

senpai | YuMark |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora