Capítulo 35: Soy libre, pero aun no puedo estar contigo.

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(Emma)

        

Hoy era el día, después de tres semanas de larga espera, hoy nos quitarían las esposas.

Tuvimos que esperar todo el día, son las seis de la tarde y a Will le dio por encerrarse en el baño. No sé si se está dando una ducha o… pendejo William.

-        ¡Will! ¡Mueve tu estúpido trasero y sal de allí! – le grité y golpee con el puño la puerta del baño.

Estaba enojada, aunque no sabía por qué.

-        Ya saldrá de allí. – Ryan intentaba calmarme, pero simplemente no podía.

Will salió del baño con el cabello algo húmedo y una camiseta negra, blue jeans, botas color café y una chaqueta de blue jean también.

-        Ya salí ¿Feliz? – preguntó cínico.

Por alguna extraña razón desconocida, estábamos enojados.

-        ¿Ya podemos irnos? – pregunté desesperada.

Él bufó.

-        Vamos.

Estábamos bajando por el ascensor, ninguno de nosotros decía o hacia algo.

Ryan fue quien rompió el silencio.

-        ¿A dónde vas? Se nota que te arreglaste.

-        Saldré con Mia.

Hubo otro silencio que duró pocos segundos hasta que hablé.

-        ¿A dónde van?

-        Primero a cenar en McDonald’s, luego al cine y después… a donde nos lleve el viento.

Asentí.

Las puertas del ascensor se abrieron y salimos tan rápido como pudimos.

No nos esconderíamos, íbamos a salir nos viera quien nos viera. Estábamos a punto de salir cuando aparece Marcus.

-        William. – llamó a Will.

Él se dio la vuelta.

-        ¿Si, señor?

-        ¿A dónde vas? – estaba segura de que el hombre tenía el entrecejo fruncido.

-        Voy a salir.

¡WOW! Qué respuesta, Will.

-        ¿Y ellos son…?

Ryan se dio la vuelta, obligándome a hacer lo mismo.

La expresión de Marcus era… ni siquiera tengo palabras para describirla, su rostro reflejó sorpresa, confusión y repulsión, todo al mismo tiempo con solo ver a Ryan.

-        Ryan.

-        Hola… Marcus. – tenía una sonrisa cínica tatuada en el rostro.

-        ¿Qué haces aquí? – este hombre me estaba cansando.

-        Eso no es de tu incumbencia.

Ryan se dio la vuelta y comenzó a caminar, arrastrándome con él. Marcus lo tomó por el brazo y lo obligó a verlo.

-        Te creía muerto.

-        Me alegra. – se zafó del agarre de Marcus y salimos.

A los pocos segundos salió Will.

El Asesino de mi HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora