Extra 2: Una boda típica de nosotros.

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(Emma)

 

Mia ayudó a arreglar la parte de atrás del vestido.

—           Te ves hermosa. — me sonrió.

Le devolví la sonrisa. Había estado llorando desde que llegamos, bendita sentimental.

Me voltee para verme al espejo.

El vestido era completamente blanco, la falda era tipo princesa de Disney que rozaba ligeramente el suelo cuando caminaba y la parte de arriba tenía pequeñas piedras que parecían cristales, también blancas, que formaban diseños bastante lindos y no tenía mangas o tirantes. Mi cabello estaba suelto, con algunos rizos que Mia me quiso hacer, y sobre éste caía el velo que mi madre escogió.

El día en que yo hui a Las Vegas mi madre se fue de viaje a solo-ella-sabe-donde y me dejó una nota. El punto es que nunca supo que recorrí casi todo el país como una indigente.

Hace siete meses Ryan me pidió casarme con él, fue uno de los momentos más felices de mi vida ¿Por qué esperar tanto para la boda? Era menor de edad. Hace un mes cumplí los dieciocho y Mia comenzó a planear todo, con ayuda de Ryan y mía, claro está.

Un par de golpes a la puerta llamaron mi atención.

—           Yo abro. — anunció Mia y eso hizo.

Skyler entró con una gran sonrisa.

—           Ya es hora. — dijo.

Ella, literalmente, le rogó a Mia para que la dejara ayudarle a planificar.

Asentí levemente y caminé hasta la puerta seguida de Mia.

Afuera estaba Kevin, esperando. Al verme esbozó una sonrisa.

—           ¿Quién es esta hermosa chica? No se parece a mi pequeña Emma. — dijo divertido.

—           Cállate. — reí un poco.

Skyler me entregó el ramo de flores que llevaría, eran margaritas y dientes de león.

Caminamos por el pasillo hasta llegar a la puerta de la sala donde se llevaría a cabo la ceremonia.

Mia estaba al frente, seguida de Skyler y por ultimo Kevin y yo.

—           ¿Nerviosa? — me preguntó Kevin.

—           Algo, no todos los días te casas. — solté una risita.

Las puertas se abrieron, primero pasó Mia por el pasillo que formaban los bancos donde estaban todos los invitados, luego Skyler y por ultimo Kevin y yo.

Todos estaban de pie y tenían sus ojos en mí, pero yo los tenía puestos en él.

Kevin me acompañó hasta el altar y desapareció de mi vista. Ryan me ofreció su mano y levanté un poco mi vestido para subir el pequeño escalón. Rio un poco al ver que llevaba Vans negras.

—           Estamos aquí reunidos para celebrar la unión de Ryan Coleman y Emma Daniels en sagrado matrimonio. — dijo el sacerdote.

Ryan estaba de pie junto a mí, a mi derecha, para ser más precisa. Tomé su mano, igual que como lo hice en Denver varios meses atrás.

Bajé de mi nube al notar que Ryan me miraba, me voltee y Mia me quitó el ramo. Me tomo de ambas manos.

—           Emma, — sonrió ampliamente. — vivimos muchas cosas juntos, demasiadas y en poco tiempo para ser sincero, — reí un poco. — pero eso no cambia lo que siento por ti. Antes de conocerte no sabía que iba a hacer con mi vida, si estudiaría o si tendría una familia, no sabía nada, luego te conocí en ese raro día y, debo decirlo, no me agradaste nada. — ambos reímos, además de Will y Mia. — Pasó el tiempo, te conocí mejor y supe que tú eras la persona con la que debía pasar el resto de mi vida, y que si no lo hacía, desperdiciaría muchos años arrepintiéndome de no haberte dicho que te amaba. En serio te amo, y prometo que haré lo imposible con tal de hacerte feliz.

El Asesino de mi HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora