Capítulo 31: Insecto poseído.

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 (Emma)

Semana dos. Día uno.

 

Mis ojos estaban abiertos, observaba algún lugar del techo en la oscuridad. Era media noche, estaba más que segura.

Estaba acostada en una posición un tanto extraña, de la cadera para abajo estaba de lado pero el resto hacia arriba estaba boca arriba, mi brazo derecho estaba sobre mi pecho ya que el brazo – izquierdo - de Ryan estaba bajo mi cabeza y el otro descansaba sobre mis costillas.

Desde que los idiotas se durmieron yo estoy completamente despierta, pensando. Pienso en Mia, en mí madre, Kevin, Thomas. También recuerdo algunos momentos divertidos con Mia.

“John salió junto a Katty y nos hizo señas a Mia y a mí para que los siguiéramos.

- Cuando diga tres corremos ¿De acuerdo? – propuse.

-        Bien. – dijo Mia.

-        Uno… dos… tres.

Corrimos tan rápido como pudimos hasta la verja gris de la escuela, la cerramos y corrimos hasta la esquina de la escuela, nos inclinamos al pasar por la ventada de la oficina de la directora.

Nos habíamos escapado de la escuela.

-        ¿Se mataron? No. – se burló Katty.

-        Cállate, nunca habíamos salido. – Mia le mostró su lengua.

-        No les va a pasar nada. – nos dijo John.

Al cruzar la calle Mia estaba más delante de nosotros, ella no había notado que un auto se acercaba y halé un brazo para que no se matara como tonta.

-        Estúpida ¿Qué no ves que un auto casi te arrolla? – le grité con una sonrisa.

En momentos así solo nos reímos.

-        ¡Dijiste que íbamos a estar bien! – señaló a John.

-        Ah, no, chama, si te arrolla un auto yo no sé. – el alzó las manos.

En ese momento yo reí y Mia rodo los ojos.”

No había notado que le estaba sonriendo al techo, extraño esos momentos con ella. Cuando pasó eso yo tenía trece y ella doce.

-        Hey. – susurró Ryan.

Me voltee a verlo, ya no estaba tan oscuro, podía ver su cara de semidormido.

-        ¿Por qué estas despierto? – le pregunto.

-        No me robes las preguntas. – sonrió.

-        Estaba pensando ¿Tu qué haces despierto?

-        Tus risitas me despertaron. Sabes que se te escapan risitas ¿No?

Negué con la cabeza ¿Eso me pasa? Eso explica mucho.

La sonrisa de Ryan se hizo más grande y me acercó más a su cuerpo.

-        ¿En qué pensabas? ¿En mí?

-        Ya quisieras.

-        Sabes que me quieres.

La verdad es que si te quiere.

Oh, hola, voz. Deja de molestarme.

Si lo quieres ¿O me lo vas a negar?

El Asesino de mi HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora