Capítulo 23: "¿Qué diablos haces aquí?"

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(Emma)

 

Estaba recostada en la pared junto al conector, mi celular se cargaba después de estar muerto por una semana y media. Mis ojos se abrieron de par en par al ver las trescientas llamadas sin contestar. Sesenta eran de Kevin, cuarenta de mi madre y el resto de Mia, santa mierda, Kevin debe estar en posición fetal de una esquina pensando que me arrolló un auto, Mia tal vez en el manicomio y puede que mi madre esté haciendo un pacto con el diablo para encontrarme y matarme a palazos por irme de casa.

Ryan se sentó junto a mí y conecto el cargador de su celular, al menos no soy la única friki que no puede vivir sin un celular.

En mi celular fui a los contactos y seleccioné el número de Mia, le escribiría un pequeño testamento.

Sentí un objeto pequeño en mi oído, inhalé profundamente y mantuve el aire en mis pulmones, gire lentamente la cabeza. Ryan me había colocado un auricular. Resoplé.

-        ¿Te asustaste? – preguntó burlón.

-        Creí que era una araña, las muy perras son unas ninjas.

Comenzó a reír como desquiciado, es una risa parecida a la de Will, excepto que es menos escandalosa.

-        ¿Por qué una araña querría entrar en tu oído? – pregunto entre risas.

-        Créeme, me ha pasado.

Me uní a su risa.

Hace dos horas que Will salió a conseguir comida y aun no vuelve, espero que no lo violaran en un callejón. Mi estómago gruñía por una hamburguesa, suena raro pero es la realidad.

Ryan hizo sonar “Lived A Lie” de You Me At Six, me sorprendía mucho saber que nos gustaba la misma música. Comencé a escribir el testamento mientras tarareaba la canción.

“¡Hey, Mia! Estoy en Denver, otra vez. Perdóname por no haber llamado pero necesitaba el dinero para comer, comida antes que todo, y mi celular murió por casi dos semanas :( pero revivió el cacharro :D ¿Cómo pudiste llamarme doscientas veces? Lo peor es que dices que estas en la pobreza JAJAJAJAJAJA. Hasta pronto xx”

Lo envié, al final no fue un testamento. Seleccioné el número de Kevin y seguí escribiendo.

“¡KEVINSITO! Hola :) volví a Denver, estoy bien (por si te lo preguntabas) y encenderé una velita a todos los santos que conozco para que no estés en posición fetal en una esquina pensando en que me mataron cual pendeja JAJAJA sabes que te quiero Kev.”

Enviado.

Entré en Instagram y le di “like” a casi todas las fotos, encontré una foto de un unicornio y una rosquilla, comencé a reír y Ryan me miró raro. Se la mostré y también rio.

Media hora más tarde Will aún no llegaba y Ryan y yo nos quedábamos sin aire de tanto reír. A medida que pasaban los minutos Ryan se acercaba un poco más a mí, en estos momentos no hay espacio entre nosotros. Puede ver cada cosa en mi celular, así que debo tener cuidado de no abrir una de las muchas fotos que le saqué a Mia cuando no se daba cuenta.

La puerta se abrió y Will entró, seguido de una chica no muy alta, cabellos oscuros, falda y tacones rojos con una blusa blanca.

-        ¿Qué diablos haces aquí? – pregunté.

-        ¿Tú qué crees, animal? Vengo a ver a mi mejor amiga.

Abrió sus brazos, me levante tan rápido como pude y arrastré a Ryan conmigo para abrazar a Mia. Ryan tropezó y su trasero aterrizó en el suelo, eso hizo que Will riera.

El Asesino de mi HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora