17: Contra la sonrisa

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Erick abrió los ojos a mitad de la noche, por una pesadilla que había tenido, observó a su alrededor y no encontró nada a través de la oscuridad, solo escucho la voz de Eiden decirle: "tranquilo".

Encendió la lámpara que daba una luz tenue a la habitación.

—¿Qué haces despierta?— Erick pregunto pasando una mano por su cara

—apretaste mi mano muy fuerte— Erick miró hacia su mano derecha que apretaba la de ella. La soltó de inmediato

—¿Estás bien?—

—no—

—¿Que te pasa?— pregunto Eiden mientras el se sentaba sobre la cama

—no lo sé— se encogió de hombros evitando la mirada de la chica

Eiden se acercó a él, para darle una abrazo y este se lo rechazó alejándola.

—¿Que haces?— preguntó él pelinegro

—te doy... un abrazo—

—¿Para qué?, Eso no me hará sentir mejor— Erick fue borde

—los abrazos, son más que un apoyo...—

—...una esperanza momentánea que dura mucho tiempo?— Erick termino por ella y arrugó las cejas —¿Donde escuchaste eso?— preguntó con afán

—mamá lo lleva tatuado—Eiden encogió sus hombros

—¿Se lo... Tatuó?— Erick levantó las cejas sorprendido

—¿Por qué esa cara?— Eiden entrecerró los ojos

Erick pasó sus manos por su cabello cerrando los ojos y apretando los labios. Eiden aún cuando sabía que él no quería se acercó y le robó un abrazo, el chico no se inmutó al gesto pero tampoco la alejó.

—¿Te sientes mejor?— pregunto Eiden alejándose un poco

—de algún modo— se encogió de hombros el chico

—ya qué no vas a dormir por ahora, solo recuesta y esperemos a que amanezca— Eiden se acostó nuevamente junto a él

—¿Y tú por qué no te duermes?— pregunto Erick mirando al techo, ella no contestó —no puedes dormir ¿verdad?— Erick miró a la chica juntos él

—es complicado— suspiró

—¿Qué tanto?— Erick arrugó las cejas sin entender

—no puedo... dormir si no estoy sostenida a algo, es que... Es complicado— contó rendida

—pero, estabas sostenida— Erick recordó

—estabas teniendo una pesadilla, no podía solo ignorarte— Eiden encogió sus hombros

—si podías— Erick volteó la cabeza para mirarla

—es cierto— volteó la cabeza para verlo también —pero no quería—

—jamás voy a entender porque siempre te quedas—

Eiden entrecerró los ojos. Las noches con Erick parecian un capitulo de una comedia de los 90s, no podia evitar comparar como era en las noches de como era en el dia, eran casi dos personas diferentes viviendo en un mismo cuerpo.

—¿Qué quieres decir con eso?Eiden hizo la pensativa

—¿por que siempre que volteo tú tienes estar ahí?el tono de voz que utilizo, fue como si le hiciera una queja a Dios 

Eiden lo miró con gracia y Erick la miró con cansancio.

—si no estoy yo, ¿Quién esperas que esté?—

Un Contratiempo InfantilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora