33: Contra un Tesoro

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El HARKS habia inaugurado la nueva piscina del equipo de natación, y como adolescentes ansioso, la alberca estaba llena de adolescentes queriendo probar la nueva piscina.

Eiden había hecho agujeros en donde sea que encontrara una equis y mucha no era la ayuda que proporcionaban agujeros en el jardín.

—Eiden, ya deja de jugar con la comida— Myke pidió oponiéndose la corbata con paciencia

—reportaje de la vida de George Washington— pidió Zack y Gael le tendió a la mano muchos papeles 

—ten en cuenta que la hoja seis y siete se inicia con...— Gael esperó

—y si tomamos en cuenta...— Zack terminl las indicaciones de Gael

—si sigues haciéndole la tarea a Zack, su linaje será tan idiota como él— Myke haciendo término con su nudo

—no te preocupes las hago en idioma estúpido—  respondió el rubio llenando su mochila de cuadernos

—¿tu eres muchas lenguas?— Eiden llevó el cereal a su boca

—¿Qué cosa?— preguntaron los tres chicos al unisono

—se dice políglota— corrigió Erick quien bajaba las escaleras apurado 

—no, no soy políglota— Gael negó con la cabeza 

—entonces también tu idioma es estúpido—

—¡oooooooooh!— Zack comenzó a gritar chocando los cinco con ella —¡eso dolió!—

—come— Myke ordenó a Eiden riendo también del orgullo herido de Gael

—tengo que encontrar esto— Eiden señaló la equis en el pergamino

—Eiden has hecho agujeros por todo el jardin y no está aquí tu equis, búscala en otro lugar— pidió Myke

—¿que tal en la escuela?— Zack opinó con gracia

—¿crees que esté?— Eiden arrugó las cejas

—¡Zack!— Myke lo miró con advertencia 

—¿que?, es un excelente lugar, yo escondería mi amado tesoro ahí— dramatizó el castaños

Eiden convencida tomó su mochila y salió corriendo fuera de la casa con su pergamino a la mano. Myke le dió una mala mirada a Zack.

—adoro jugar con su mente— Zack sonrió 

El HARKS, hoy no fue como todas las mañanas de un lunes, hoy había un anuncio fuera donde decía claramente "Panteras rojas", el equipo de fútbol había ganado (de nuevo) y por ende todo mundo celebraba hoy y no en cualquier lugar era nada mas y nada menos que en la escuela.

La inauguración de la piscina fue todo un notición para la acumulación de adolescentes eufóricos, ignorando por completo el otoño todo mundo fue dispuesto a darse un chapuzón.

Eiden, estaba más concentrada en el hecho de que no encontraba su tesoro. Mientras caminaba por el pasillo empeñada en encontrar su equis una mano femenina tiró de ella hacia uno de lo salones.

—hola— saludo hipócritamente  Daniela

—¿Quién eres tú?— Eiden arrugó las cejas escaneándola

—¡¿te haces la graciosa?!— empujó a Eiden un poco

—tranquilízate Daniela— por la puerta entró Walter con un folder negro en su mano

Eiden reconoció el folleto.

—¡¿que haces con eso?!— Eiden intentó quitárselo

—¿esto?— se hizo el idiota —es algo que tomé prestado de tu casillero— sonrió con malicia —no sé que es, pero a juzgar que no tiene ositos, supongo que se trata de algo serio, ¿lo leemos?— 

Un Contratiempo InfantilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora