Pasar un fin de semana de mierda es algo que se podría definir como lo que realmente le pasa a todos los que nunca conocieron a Eiden. Por que simplemente con ella lo único que se pasa de mierda es la limpieza que hay que hacer después.
Eiden se había aburrido en medio de la tarde y decidió por alguna razón hacer manualidades.
—¿donde esta el trapeador?— Zack salió del pasillo, con un pañuelo en la cabeza, guantes de latex amarillos y otro pañuelo en el bolsillo izquierdo.
—pregúntale Eiden— Erick no sacó la mirada de los apuntes de Kim
Zack subió a la habitacion de Erick, donde Eiden se entretenía sentada en el escritorio.
—Eiden— llamó el castaño
—¿hmmm?—
—¿que estas haciendo?— Zack se acercó a ella, le dió la vuelta a la silla rodante encontrando a la rubia con un pincel en la boca y una mejilla pintada en púrpura
—¿que necesitas? —
Zack miró el escritorio lleno de cintas decorativas, ojos saltones, hojas en blanco, pinceles, un desastre y...
—¿esa es mi identificación?— preguntó al ver el rectangular carnet con su cara y millones de dibujos alrededor.
—si, te convertí en policia— Eiden señaló el dibujo de sombrero de policía sobre su cabeza
—asegúrate que se vean mis pectorales— Zack señaló su cuerpo
El castaño busco con la mirada el trapeador hasta que lo encontró, pero ya no era trapeador solo era un palo; rendido volvió abajo y Erick ya recogía las cosas.
—el trapeador paso a mejor vida—
—¿que traes puesto?— Erick lo miró de arriba a bajo
—un pañuelo para cuidar el cabello, otro por el sudor y guantes para la manicura— Zack agitó sus dedos
—esto es perturbador— Erick tornó los ojos y abandonó la sala
El pelinegro volvió a su cuarto y allí encontró a Eiden frente al computador con los ojos cerrados, se acerco y la miró extraño.
—oye no tienes porque exagerar me acabo de ver al espejo y no me veo tan mal...— al entrar a la habitación Zack fue callado por una seña de Erick que le podía hacer silencio y después señaló a Eiden
Ambos la miraron estrañados.
—¿Eiden que estas haciendo?— Erick cruzó sus brazos
—gaga—
—¿que?— Zack arrugó la cara como una pasa
—me relajo— Eiden abrió los ojos con frustración
—¡yoga!— le corrigió Zack
Erick comenzó a reírse a carcajada, dándole a Eiden el placer de volver a escuchar el sonido de su risa, el pelinegro apretó los ojos con fuerza y se dejó caer en la cama.
Zack miro a Erick con una sonrisa maravillada.
—¿Cómo es que lo haces?— Zack no le quitó los ojos a Erick
—¿Qué cosa?— Eiden arrugó las cejas
—hacerlo reír— Zack susurro volteando a ver a Eiden, y ella solo encogió sus hombro
—dejen de hablar como si no estuviera aquí— Erick se levantó de la cama y le arrancó el pañuelo de la cabeza a Zack
—si vuelves a sonreír voy a grabarte— Zack lo señaló con gracia
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Un Contratiempo Infantil
AdventureEiden Grenwhèder vive en su propio mundo, no ha madurado a pesar de tener dieciocho años, es experta en poner el mundo de cabeza, al punto de rozar los absurdo. Eiden necesita que la cuiden, y para ello recurrieron a los Miller. Myke, distinguido y...