"Te pondré al día, son las diez de la noche y te sorprenderá saber que estoy compartiendo mi cama con alguien, no, no me casé a los diecisiete, a mamá se le ocurrió ayudar a Tiff con uno de sus hijos, (otra vez) pero, esta vez es una chica, lleva aquí ya unas cuantas semanas y todo los que puede hacer es inimaginable, no se parece a su hermano en nada, es mucho más molesta.
Quemó la habitación que mamá dejó para ella, fue un accidente que admito tengo un por ciento de la culpa, y por eso estoy penitenciado a compartir mi espacio con ella.
No tienes idea de lo sorprendido que estaba cuando la vi en la puerta, es todo lo opuesto a lo que estoy acostumbrado. Eiden, su nombre es confuso (razón por la que pensé era niño), si la vieras ahora dirías una de esas estupideces del futuro.
Pero no lo creo.
Es adorable, lo admito, pero también molesta, como un telettubie, uno que debería estar en su casa y al contrario esta aquí, durmiendo, justo a mi lado".—¿Qué más escribiste sobre mi?— se preguntó así misma, buscando alguna otra con un nombre llamativo
•Odio la lluvia
"Estuvimos en medio de una tormenta, y no sabes lo tenso que estaba me despertaba en las madrugadas por los sueños, la lluvia no ayudaba, desde el accidente todo esto me pone los nervios de punta; Eiden me distrae pero ayer, rompió mi guitarra la de navidad de hace dieciocho años, lo único que entero de ese día.
No lo pensé cuando la saqué de la casa, no estaba escuchando cuando me rogó, y no se en que diablos pensaba, Zack estaba muy molesto.
Cuando me di cuánta de mi error, ella ya no estaba, la busque por todo el campus y cuando volví, todavía no regresaba, así que volví a fuera, a la lluvia, dónde me moría de miedo.
Se hicieron las cuatro de la madrugada y ella todavía no aparecía, juro por Dios que me olvidé de la lluvia y me empezó a asustar más no encontrarla y ni si quiera recuerdo cómo me quedé dormido, creo que me desmayé.
Zack fue por mi al pasillo de la escuela, ella estaba en los baños, desnuda y con una herida abierta en su espalda de unos trece centímetros, apenas tenía energía, quise llevarla al hospital pero se negó, (otro miedo de ella que no conocía).
La traje a casa y ahora está dormida, intentó deshacer está sensación, este clima me hace esto siempre, la necesidad de hablar contigo es demasiada grande y solo tu sabes porque, nadie lo recuerda, nadie lo sabe, pero se que tú sí, tú sí sabes porqué odio la lluvia".—¿Con quién estás hablando?— Eiden se preguntó en voz alta
Escuchó pasos en la casa y se apresuró a devolver el celular a la caja donde lo encontró.
Se sentó en la orilla de la cama para disimular, pero en cuanto Erick entro notó su extrañeza.—¿Por que sigues aquí?—
—¿también quieres que me valla?— Eiden levantó las cejas
—¿ahora que?—
—tengo una pregunta para ti—
Erick se sentó en la cama recostando su espalda de la base—que novedad—
—¿Cómo estás?— Eiden sonrió sin mostrar sus dientes
Erick se tensó como si hubiera escuchado una condena a muerte.
—¿Con quién hablaste?— Erick se tornó mas seco
—es solo una pregunta— Eiden se encogió de hombros
—pues a ti que te importa— Erick abrió la laptop para ignorarla
—¡¿cual es tu maldito problema?— Eiden caminó hasta él y cerró violentamente la laptop lanzándola lejos —¡¿Que diablos sucede contigo?!, ¡entiendo que seas un idiota, ¿pero todo el tiempo?!—
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Un Contratiempo Infantil
PrzygodoweEiden Grenwhèder vive en su propio mundo, no ha madurado a pesar de tener dieciocho años, es experta en poner el mundo de cabeza, al punto de rozar los absurdo. Eiden necesita que la cuiden, y para ello recurrieron a los Miller. Myke, distinguido y...