25: Contra los Sueños de Eiden

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El mes había pasado volando junto con la inseguridad de Zack, el nerviosismo de Gael, el miedo de Myke y la relación falsa de Erick. (por que sí, el pelinegro no aguantó el primer mes con la pelirroja y la cortó perdiendo la apuesta).
Aunque la chica se encuentra en una especie de paranoia y locura desde entonces, Erick evita a toda costa cualquier tipo de conversación que tenga que ver con ella.
Los chicos en la primera propiedad, pedían al cielo que el mes no se acabe ya que desde que se acerca Halloween Eiden se esta volviendo mas loca.

Actualmente, justo ahora estaban a la salida de la escuela, Eiden caminaba a cada lado como infante, mientras le contaba a Naomi y a Mallory que Myke la había dejado hacer una fiesta de Halloween.

El camino no seria lo mismo, pues Naomi debía juntarse con un grupo para realizar unas tareas y Mallory ayudaría en el periódico escolar, Eiden dejó en claro que quería que su fiesta aparezca en el.

Camino a casa, Eiden tarareaba sin para "Halloween es el domingo , Halloween es el domingo" pero a solo una calle del campus de la primera propiedad, un auto amarillo, se detuvo justo en frente de la chica, haciendo que ella retroceda violentamente hacia atrás.

De el mismo salió aquel sujeto el cual sin detenerse a pensar se acercó a Eiden.

—¿que es eso de que Erick Miller está con Raychell?— preguntó

—pensé que... lo sabias— habló Eiden inmóvil

—¡maldición!— maldijo el rubio dándole golpes al aire

—¿que demonios te sucede?— preguntó Eiden con una mano sobre la cara

—¡¡es tu culpa!!— le gritó

—¡¿que?!— Eiden abrió los ojos viendo al absurdo sujeto

El rubio, ni siquiera explicó, solo volvió al auto y se quitó del camino.
Eiden caminó mas rápido lo que hizo que sus pies se enredaran y cayera al suelo directo en su rodillas.

La casa estaba silenciosa, Myke estaba sobre un sillón leyendo con una sensación incomoda, Gael estudiaba en el comedor con la misma sensación incomoda, Zack se comía un burrito lentamente con la misma sensación incomoda, y Erick estaba sentado en las escaleras intentando escribir sin éxito con exactamente la misma sensación incomoda.

Los cuatro chicos levantaron la atención y la mirada de lo que hacían y entre ellos se miraron extrañados, en el silencio ensordecedor del ambiente, Myke y Zack se miraron, para después mirar a Gael, para después mirar a Erick.

Los cuatro arrugaron las cejas mirándose extraño.

—¿Dónde esta Eiden?— preguntaron todos al unísono levantándose rápidamente al darse cuenta que no estaba

De inmediato la puerta principal se abrió mostrando a Eiden empolvada y sangre saliendo de su nariz.

—¿que te paso?— Myke se acercó con velocidad

—me caí— respondió con la mirada baja deteniendo su sangre con las manos antes de que caiga al suelo

—mierda— masculló el mayor —Gael trae servilletas, Zack llévala al baño— ordenó

—¿cual?— pregunto Zack con la boca llena

—el de Erick— Myke señaló impaciente al inmóvil pelinegro que estaba parado en las escaleras

Zack tomó a Eiden por una mano y la guió escaleras arriba hasta el baño de la habitación de Erick.

Erick los siguió con la mirada en el rastro de sangre que caía al suelo, en la lejanía el pelinegro escucha su nombre, hasta que levantó la vista del suelo y puso su atención en Myke que intentaba llamar su atención.

Un Contratiempo InfantilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora