Un Contratiempo Infantil

27: Contra las Paces

La mañana siguientes Myke despertó con una sonrisa impecable al ver en el reloj lo tarde que estaba corrió a la habitación de Gael para despertarlo pero él ya estaba vestido y listo; así que se fue con Zack el cual sonreía como un idiota trataba de ponerse los pantalones con velocidad; dejando a Zack en lo que hacia y corrió a la habitación de Erick, y como dueño de casa entró, pero se detuvo en seco al verlo despierto sentado en el escritorio.

Erick miraba el suelo distante, su cabello estaba desordenado y llevaba la misma ropa de la noche.

Myke se acercó con cautela.

—¿estas bien?— Erick levantó la cabeza

Y para sorpresa de Myke. tenia una expresión en ella.

Se notaba confundido, Myke al ver una expresión primaria en las fracciones de su hermano miró a su alrededor.

—supongo que si— Erick contestó

Myke apoyo sus manos de sus rodillas, inclinándose a delante frente a él.

—¿te sientes tan mal?—

—no— Erick negó con la cabeza

—¿no dormiste anoche?—

—estuve estudiando— señaló con la cabeza la pila de libros sobre el escritorio

Myke se levantó de la cama y paseo la mirada por la habitación.

—¿donde está Eiden?—

Erick soltó un risa seca.

—no tengo idea—

—tu... ¿Reiste?— Myke levantó las cejas creyendo haberse vuelto loco —¿el mundo está al revés, o aun no despierto?—

—creo que solo es un sueño— Erick se levantó del asiento estrujando su cara

—¿no sabes donde está Eiden?—

—ya te dije que no Myke, y si la encuentras espero que sea en otro pais— Erick se encerró en el baño

—pero que....— Myke se quedó totalmente confundido y sin respuesta

(...)

En el pasillo en la habitación de películas se encontraba Eiden viendo entretenidamente Angry Birds.

—Eiden— llamó el Myke viéndola desde la puesta

—yo no fui— se apresuró a hablar

—¿pasaste toda la noche viendo televisión?— pregunto el pelicobrizo mirándola como si tuviera tres ojos

—eh... no—

—tienes que ir a la escuela ve a ducharte— Eiden apagó la gran pantalla y salió del salón tras Myke

Eiden se detuvo y Myke esperó en las escaleras.

—¿no subes?— Myke señaló hacia arrina

—¿puedo usar tu baño?— Eiden sonrió convincente

—¿no?—

—dudaste, así que es un si— la rubia abrió paso a caminar pero Myke la detuvo poniendo su mano en el camino

—¿por que no quieres usar el baño de siempre?— preguntó cruzándose de brazos

—¿porque se averió?— arrugó las cejas sin saber que inventar

—aja—

Myke la tomó de la muñeca y empezó a subir los escalones con ella.

—tú vas a bañarte donde lo haces siempre, y si tienen algún problema resuelvanlo como la persona madura que es Erick—