20: Contra Salir a Cenar

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Con todos reunidos en un mismo lugar sin acepción de nadie, Myke comenzó a decirles que hacer y no hacer en la cena del día siguiente.

—venimos cada dos años, ya sabemos que hacer— Naomi rodó los ojos cansada

—el resto del día se lo toman en sus habitaciones, sin salir hasta que se haga mañana— Myke después de decir eso se alejó del grupo

—no puede hacer eso— se quejó Mallory

—parece que sí— Sofía sonrió para antes de ir tras él

Cada uno se fue separando para dirigirse a su habitación, pero Eiden se lo pensó por un buen rato; la rubia detuvo a Erick y este le brindó su atención.

—¿Que?—

—¿vas a...?— Eiden no gesticuló bien ma pregunta, así que Erick cruzó sus brazos

—¿A qué?—

Eiden rascó su nuca, poco convencida.

—olvidalo— la rubia se retiró en sentidos contrario al de él

(...)

Ya eran  las once de la noche, y en los pasillos de SALAS se arrastraba una sábana azul, por los pisos más bajos.

Erick no había cerrado los ojos, estaba acostado mirando hacia arriba en la oscuridad acompañada por la luz que entraba por el gran ventanal oscuro de la habitación.
Su puerta fue tocada y levantó la cabeza mirando hacia allá, extrañado, al no recibir otro llamado apoyo sus codos de la cama para mirar mejor y volvieron a tocar.

Cansado rodó los ojos y caminó hasta la puerta abriéndola con fastidió.

Envuelta en una sábana azul se encontraba Eiden, lo único a la vista era su rostro y algo de su cabello, aunque en la oscuridad del pasillo no era tan visible.

—¿Puedo dormir contigo?— susurró mientras sus manos temblaban sosteniendo la sabana

—¿Por qué?— Erick puso sus dedos en el puente de su nariz

—a mi no me pone feliz pedirte esto créeme— Eiden mordiendo su labio inferior con desesperación

—parece todo lo contrario—

—¿que intentas decir?— Eiden arrugo la nariz algo ofendida

—digo que te ves ansiosa por entrar, ¿quieres hacer aqui lo que no haces en casa?— Eiden entrecerró los ojos y abrio la boca ofendida

—eres un imbécil, yo soy quien debería estar enojada tu me pusiste en ridiculo por un absurdo beso con un amigo—

—que bien te la pasas con tus amigos— Erick la miró como si ella fuera una descarada

—¿a que viene eso?, ese ni siquiera es el tema, vine a que me ayudaras no a que me echaras en cara esa estupidez, sabes qué olvidalo— Eiden hizo el ademan de irse pero Erick la tomo del brazo impidiéndoselo

—¿que quieres decir con ayudarte?— preguntó el pelinegro

Eiden resopló rendida.

—dijiste que... podía quedarme contigo cuando estuviéramos aqui—

Erick rodó los ojos con fastidió y se quitó del camino dejando que ella pasara.
Eiden entró a paso rápido, caminando directo a la cama dejando a un lado la cobija que según ella la "camuflaba" Erick se cruzó de brazos mientras veía lo rápido que se movía de aquí allá.

Al sacarse la sabana, está comenzó a envolverse las muñecas con cinta atlética.

Erick arrugó las cejas al ver lo que ella intentaba cubrir.

Un Contratiempo InfantilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora