Caminábamos hasta la entrada de Ravenclaw sin ningún obstáculo pues era sábado por la mañana y no había gente en los pasillos.
Al llegar a la puerta Newt espera a que yo resolviera el acertijo.
—Murtlap. —la gran puerta se abre de par en par dejando ver la hermosa sala azul —No sé como te pagaré por todo lo que has hecho por mi, Scamander—ambos entramos a la sala.
—No hay nada qué pagar, es lo que los amigos hacen.
Me sigue hasta las escaleras con dirección a mi habitación, abro la puerta y mierda.
—¿Malfoy? —cuestiono confundida.
—Lin —me mira de pies a cabeza y después a Newt—¿Le quitaste la virginidad al pobre Scamander? Que zorra eres.
—No llames así a ______...
—Oh no me digas que tú —lo señala—Le pagaste a ella para que te desvirgara —ríe —Si bien recuerdo a ti no te gustan para nada los vírgenes —me mira.
—Largate de mi habitación, Malfoy.
—¿O qué? —pregunta retador.
—O yo misma te sacaré de aquí.
—Quiero ver que lo intentes —alza las cejas.
Aprieto mis puños y camino hasta él para tomarlo por el cuello de la camisa.
—Lárgate, ahora, Malfoy.
—No. —aprieta mis muñecas.
—Ha-ay que tranquilizarnos —dice Newt acercándose a nosotros.
—Retrocede Scamander —decimos al unísono.
—Hey, tú no le dices qué hacer—exclamo molesta para estamparlo en la pared.
—Esto es jodidamente exitante, _____.
—¿Qué está pasando aquí? —llega Marck, el prefecto de mi casa —______, suelta a Malfoy.
Me separo del rubio, sin dejar de asesinarlo con la mirada, su sonrisa burlona me sacaba aún más de mis casillas.
—Entró en mi dormitorio sin mi consentimiento —acuso.
—Bien, te pido que regreses a tu casa, Draco, va encontra de las reglas ingresar a los dormitorios sin el permiso del dueño.
—Esto no se quedará así —escupe con repulsión hacia mi y yo solo ruedo los ojos.
Marck va detrás de Draco para asegurarse de que se largue, por mi parte cierro la puerta de mi habitación y me recargo en la misma.
—Lo lamento.
—¿Porqué te disculpas,Scamander?—pregunto confundida, con mis manos tocando la madera de la puerta.
—Porque... no te ayudé, con Malfoy.
—No quería que lo hicieras —respondo agitando levemente mi rostro —además de que no quiero meterte en problemas, lo tenía controlado —le lanzo un guiño.
—Lo vi... —afirma con una pequeña risa.
—Bueno pequeño Scamander —giro hacia mi armario —Tomaré una ducha rápida y nos vamos a desayunar ¿Te parece? —selecciono mi ropa del armario.
—S-si, seguro.
—Perfecto —le sonrio y después entro a el baño para ducharme.
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