XXIV

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Sus ojos se abrieron de par en par, las largas pestañas se mantenían paralizadas. Aquellas mejillas pecosas que tanto amo se tornaron de un rosa fuerte.

—Y-y-yo...

—Me gustas, —sonreí, apartando mi mirada de él y recargando mi mentón sobre mis rodillas —y está bien si no es mutuo, lo entiendo, solo quería decírtelo porque eres una persona realmente increíble, Newt Scamander, —no podía dejar de sonreír, por fin se lo estaba diciendo —en este poco tiempo que tenemos como amigos, no he podido evitar enamorarme de ti, de todo tú, de tus hermosas pecas, de esa timidez tan adorable, del amor que tienes por las criaturas, tu inteligencia, todo de ti me gusta, eres en verdad asombroso.

Mis mejillas no podían estar más rojas pero la tranquilidad que sentía ahora en mi valía completamente la pena.

Newt no pudo decir nada, ni tampoco lo miré por unos momentos.

—Vaya... —pasó su brazo por mis hombros —estás loca mujer, —escuché una risita por su parte, antes de que pudiera reclamar habló —me escoges a mi sobre George Weasley, un alto pelirrojo de último año que tiene un gemelo, una gran y linda familia, gran jugador de Quidditch, gracioso y bueno con las chicas, bromista, creativo, un Griffyndor, amigable, social, extrovertido, vaya.

—Pero es que él no eres tú. —me encogí de hombros, atreviéndome por fin a verlo.

Se encontraba con una linda sonrisa, sus mejillas aún sonrojadas y sentía su cuerpo nervioso.

—Que una chica como tú, —me señaló —se fije en alguien como yo, —se señala —me hace sentir, no sé, como si fuese la gran cosa.

—Es que lo eres, desde que nos conocemos me he sentido muy bien a tu lado, como nunca antes lo había sentido, sé que suena muy cliché pero en verdad me pasa, nunca te sentí como una atracción física, esa atracción física ocurrió de mi enamoramiento por ti, podría estar horas así, solo sentado el uno a un lado del otro y no me aburriría, serían las mejores horas de mi vida.

—Puedes llegar a ser muy expresiva, eso me agrada. —antes de decir otra cosa más, estiró sus brazos hacia mí y me dió un fuerte abrazo, que se sintió muy diferente. Reconfortante. Especial. Cariñoso. Lindo.

Pasamos un largo momento así, solo nosotros dos con la compañía de la oscura, fría y silenciosa noche, bajo un cielo nublado, sentados en el césped que papá podó hace unos días.

La hora de entrar a casa llegó y mamá salió a recordarlo, me despedí de Newt en la chimenea y poco después las llamas verde se llevaron al amor de mi vida hacia su hogar.

[ . . . ]

Dos semanas después, me sentía bien, bastante bien, como si me hubiesen quitado una carga de encima.

Bueno, así era unos minutos atrás, antes de que Ron y Ginny me lanzaran la peor mirada de odio del mundo. Ni Voldemort miraba tan feo.

—______, qué bueno que te veo, —dice una Hermione nerviosa —acompáñame.

—Bien...

Ella me mete a una cabina del expreso junto a ella, tomamos siento y veo como juega nerviosamente con sus manos.

—Seré directa, los Weasley creen que le rompiste cruelmente el corazón a George.

Con qué por eso las miradas de odio.

Y como siempre están actuando sin antes escuchar mi versión de la historia, —Her asiente —genial.

☽︎𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑒 𝑖𝑛𝑜𝑐𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑆𝑐𝑎𝑚𝑎𝑛𝑑𝑒𝑟☾︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora