JeongHwan

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"Un deseo a la luna"
Narra: Junghwan.



Vivir en el extranjero no ha sido fácil. Él país que eligieron mis padres, aunque muy codiciado, me ha hecho pasar por momentos con sabores pésimos. Estados Unidos, o América ( Como en mi país de origen le conocen) ha sido todo un reto para mi. Adaptarme es una tortura, la adolescencia aquí es diferente.


Me parece absurdo tener que vivir, y soportar todo esta xenofobia disfrazada de diversidad desglosada. La mayoría de mis amigos son también vecinos, para mis sorpresa la mayoría latinos. En el edificio donde vivimos hay una cantidad considerable de ellos. Me sorprendió la calidez con la que nos recibieron, y como nunca se burlaron de nuestro ascento.

En mi escuela lastimosamente no sucede lo mismo. Estoy siempre solo, hago los trabajos solos y me desplazo solo. Me han acosado, me han humillado, y hasta amenazado.

Vivir en Nueva York es el sueño de cualquiera, ¿no? Tengo que agradecer, porque hay alimento en la mesa, y porque mis padres encontraron  trabajo en una país valorado, aunque mi felicidad y mejor condición de vida se quedaran en Corea. Adoro la compañía la gente que me rodea y quiere aquí, pero extraño muchas cosas de allá.



Y ahora me levanto después de una larga siesta.


Me quedé dormido en mi habitación después de almorzar, aún con la ropa que utilicé para ir al colegio.

"Extraño llevar uniforme" pienso, pero no tengo tiempo para quejarme un rato más, porque al otro lado, desde la otra venta, en él edificio que se ubica al lado del mío pintado de un gris viejo, hay un chico.

Uno que nunca había visto por aquí, por estos lares.

Apoya sus manos en el marco, y observa algo más arriba de mi, mucha más allá. La habitación detrás de él está vacía, pero llenas de cajas, ¿me hago entender? No hay ningún tipo de declaración, no hay nada suyo. Solo cajas.

Es nuevo, lo sé porque además de las cajas, veo miedo en sus afilados y bonitos ojos.

Le veo un poquito más, porque en serio me ha dejado hipnotizado, curioso por todo lo que planea hacer en esa ventana. Junta sus manos, las entrelaza y las lleva a la altura de su pecho, cierra sus ojos con fuerza.

Y sopla, o eso parece, como si estuviese apagando una vela, pidiendo un deseo.


Se ve muy apasionado haciéndolo, y desesperado, tanto que quiero abrazarle, decirle que todo estará bien, que estoy aquí, que lo veo y existe.


Y como si entre su ensueño hubiese escuchado la voz que habla en mi mente, abrió con lentitud sus ojos, y yo cobré vida en ellos.


Sonreímos, y los dos nos apuramos, nos colocamos las pilas para apartar el vidrio que nos separa, ese cristal atascados en los bordes de madera. Actúo como si fuese el ser más sociable, y mi inclino sin miedo para dejar que mi rostro acaricie el frío de la noche, porque la escalera de emergencia no me dejaría caer, por muy delgada e inestable que fuese. 


What are you doing?— Hablo en mi aún inexperto inglés.

Y lo piensa mucho, busca las palabras correctas, teme equivocarse.

Looking at the stars?— Vuelvo a preguntar, esperando haber atinado para que solo tuviese que asentir.

Pero negó.

¡Moon!— La emoción en su rostro reflejó inocencia, y me hizo reír con torpeza. Su felicidad es contagiosa, ya saben, esa clase de personas extraordinarias que se aparecen de esta manera tan espontaneo en tu vida.

uh, you look at the moon, great—Quiero verla también, pero la estúpida posición en la que me encuentro no me lo permite, pero me alegra que mi nueva compañero de ventana pueda hacerlo.—does she look good?— Hablo lento y correcto, para que me entienda lo suficiente.


Oh Daebak— Ríe mientras aún la ve. cree que ha contado un chiste, o que me ha hecho una jugarreta. En serio cree que no he entendido lo primero que ha dicho.—¡Yes!


—¿Eres...—Primero lo digo suave, pero más que nervioso o asombrados, la situación se me hace divertida— ¿Eres Coreano?

Hablo por fin en mi lengua natal, pero termino soltando una carcajada al ver su semblante pintado de susto.

¡Lo soy! Mierda, esto es increíble, — Su voz es profunda, más grave que su vago inglés— Me llamo Jeongwoo, Park Jeongwoo.

So Junghwan—Extiendo mi mano. Obviamente no puedo tocar la de él, pero espero que el entienda que lo hago por motivos espirituales, para agregarle un poco de misterio y romanticisto al ambiente, y parece que somos del mismo tipo de chico porque la extiende como si la idea fuese originaria del él, y aún sin lograr tocarlo, toda una corriente química  se extiende desde la punta de mis dedos hasta mi abdomen.


¿Cuantos años tienes Junghwan?

Dieciséis.— Ruego para que nuestras edades no sean tan diferentes.—¿Y tú?

¡Diecisiete!


Solo un año, entonces experimento un alivio absurdo, porque aunque es creíble que esa sea su edad, podría también tener unos diecinueve si
se atraviese a mentir.


¿Debo decirte "Hyung"?— No quiero ser irrespetuoso.

Nop, podemos dejar las formalidades hwanie.

Han pasado uno largo año desde que no escucho a alguien, aparte de mis padres, llamarme de esa forma en persona. Mi abuela también lo hace y ella me llama unas dos veces a la semana.

Y no solo observaba la luna... Le soplaba a ella, para pedirle un deseo.

¿Le soplabas a la luna?— Era obvio lo que hacía, pero me niego, me abstengo de darme una respuesta y pensar en los  evidente, quiero escuchar una explicación profunda.

Sip, le pedía un deseo.— Su personalidad es claramente burbujeante, se nota en como mueve sus hombros y el juguetear de manos.—¿Quieres saber que pedí?

—Puede que no se cumplan si me lo dices.

No quiero arruinar sus planes.

Ya se ha cumplido, no es necesario.— Le echa un último vistazo a la luna. No la pueda ver, pero su luz ilumina la figura de Jeongwoo.

Entonces...Sí.

La curiosidad que antes no estaba por pura cortesía, aparece cuando guarda silencio, pero cuando decido volver a preguntar:

Le pedía por alguien que por lo menos entendiera lo que digo, deseaba un amigo, le pedía por...ti. 

Es sorprendente, porque yo llevaba meses pidiendo lo mismo. No creo en el destino, pero sí en las maravillosas coincidencias.

Tal vez empiece a creer en la luna, por ello le agradezco, y le pido disculpas por no haber solicitado su ayuda antes. También agradezco que Jeongwoo crea genuinamente en ella.

También te he estado esperando.

kisses on a page;; T r e a s u r e.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora