Capítulo 7

11.3K 806 84
                                    

    -No... No puedes decirme esas cosas.- tartamudeo con la respiración agitada.

    -¿Por qué no puedo, te excita?- vuelve a susurrar acercando más su rostro a mi cuello para aspirar mi aroma haciendo que todo mi cuerpo tiemble en respuesta. -Hueles a canela y vainilla, me vuelve loco la combinación.- dice y con un roce casi imperceptible, roza mi cuello con su lengua haciendo que una corriente intensa y caliente recorra todo mi cuerpo por sentir la suavidad y la humedad de su lengua en contacto con mi piel.

    Sin siquiera poder retenerlo un gemido escapa de mis labios haciendo que él reaccione como una bestia y me acorrale contra la pared más cercana presionando su cuerpo contra el mío.

    -Esto no está bien Apolo, tú tienes novia y yo no voy a dejar que juegues conmigo en este sentido.- logro susurrar cuando puedo encontrar mi voz.

    -Dios! ¿Por qué me calienta tanto escucharte decir mi nombre?- dice con su boca casi pegada a la mía. -Un beso más, solo dame un beso más y te prometo que no vuelvo a molestarte con eso...- me dice casi suplicando.

    -Por favor...- ahora sí suplica, y al demonio con la moral. Casi toda mi vida me la pasé enamorada de este chico y he soñado infinidad de veces con probar sus labios, me ha dado mi primer beso y voy a darle yo mi segundo.

    Con una delicadeza que incluso a mí me sorprende, (porque estoy desesperada por besarlo, pero sabiendo que será el último necesito disfrutarlo) tomo su rostro con mis manos sin despegar mis ojos de él, memorizando cada detalle.

    Con una delicadeza que incluso a mí me sorprende, (porque estoy desesperada por besarlo, pero sabiendo que será el último necesito disfrutarlo) tomo su rostro con mis manos sin despegar mis ojos de él, memorizando cada detalle

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

    Su cabello alborotado cayendo a un lado de su frente, sus cejas anchas enmarcando unos preciosos ojos celestes con las pupilas dilatadas de deseo. Acercando con mis manos su rostro al mío, dejo un beso en su ojo izquierdo, luego continúo por su mandíbula cuadrada que se tensa ante el toque de mis manos, y mis labios... Sus labios finos pero perfectamente definidos me hacen agua la boca, quiero delinearlos con mi lengua para saborearlos en detalle y no me contengo.

    Acariciando su cuello hasta rodearlo con mis dedos por la nuca, hago una suave presión para acercarlo y giro mi rostro hacia un lado, lamo sus labios antes de besarlo y que todo se descontrole cuando entramos en contacto.

    Es como si saltaran chispas entre nosotros. Su lengua no tarda en entrar en mi boca para encontrarse con la mía y saborearse juntas mientras sus manos comienzan a recorrer mi cuerpo, arrancando por mi cintura, mi espalda y bajando hasta mi trasero para apretarlo haciéndome gemir en su boca cuando siento su dura erección en el centro de mi sexo y me hagan ser consiente de que mi exitación está humedeciendo mis bragas.

    "Necesitas parar o vas a terminar follando aquí y ahora con el playboy del colegio que tiene novia" mi cerebro me hace reaccionar con la cruda realidad.

    -Para Polo, tenemos que parar. Esto no está bien.- le susurré separándome de sus labios mientras él suspira y une su frente con la mía.

    -Maldición, Diana. ¿Cómo puede algo estar mal con el jodido beso más caliente que me han dado en mi vida?- dice ahora tomando mi rostro con sus manos. -Eres tan sensual que juraría que lo has hecho un millón de veces.- dice y algo dentro mío se quiebra cuando las palabras de mi amigo vuelven a mi mente como si estuviera parado en mi hombro repitiendo cada una de ellas.

Un Juego PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora