Capítulo 20

11.6K 699 135
                                    

    -Se siente tan bien tenerte en mi interior que tampoco quisiera que te detengas. ¿En cuanto tiempo podremos repetir?- susurro en su oído lamiendo el lóbulo de su oreja haciendo que un gemido se escape de su garganta.

    -Wow... Creo que he creado una bestia adicta al sexo, me sigues teniendo duro en tu interior, y no creí que eso fuera posible después de correrme, pero temo hacerte daño Honey y pretendo hacerte el amor muchas veces esta noche, aparte estamos en el agua y si empiezo a moverme te causaré dolor ya que la lubricación no es la misma.- dice cada palabra dejando besos por mi cuello, mi rostro y mis labios.

    -Oh... Por dios Apolo, dime que usaste protección por favor.- digo al recordar que no fuí consciente si se colocó un condón o no.

    -Claro que lo hice preciosa, es por eso que necesito salir de tu interior antes de que el agua termal haga que el condón se rompa.- dice y lentamente sosteniendo la base del condón, comienza a salir haciendo que sienta una punzada de dolor que se refleja en mi rostro.

    -Lo siento mi amor, ven, salgamos para quitarnos el agua del cuerpo.- dice levantándome en andas para salir del agua.

    -Está bien, puedo caminar todavía.- le digo con una sonrisa tímida por el cuidado con el que trata mi cuerpo en este momento.

    Sin demorar y para que no agarremos frío, nos cubrimos con unas batas y nos vamos hacia la cabaña. Ahora que puedo ver en detalle el recorrido que hicimos para llegar, descubro que es igual al salón donde nos encontrábamos antes, con piedras empotradas en las paredes y luces cálidas simulando ser antorchas. Al cruzar la puerta oculta en la escalera, el calor del hogar me envuelve causando una agradable sensación en mi cuerpo.

    Como si nos conociéramos desde hace años, sin decirnos una sola palabra, nos dirigimos hacia la habitación principal y nos metemos en la ducha juntos. Solo intercambiando sonrisas, caricias y pequeños besos, adoramos el cuerpo del otro por turnos mientras barremos los restos del agua termal con una esponja cubierta de espuma con aroma a rosas.

    Estando así, en esta situación tan íntima y de confianza me siento plena, adorada, y puede que esté loca, pero me siento querida por él. Sé que tiene un carácter de mil demonios y que aún no sabe cómo expresar sus sentimientos y controlar su temperamento. Eso fué lo que me dijo su madre, que según ella, su padre e incluso ella pasaron por un millón de conflictos por no ser capaces de expresar sus emociones abiertamente. Kathy dice que el pobre Apolo heredó lo peor de sus temperamentos y es por eso que algunas veces es cerrado y frío como su padre. También me dijo que es igual a ella cuando pasa de estar tranquila como una brisa de verano a arrasar todo a su paso como un huracán al minuto siguiente. Así dice que la describe su marido y me pareció super tierno que le diga que tiene un carácter de mierda de una forma tan sutil...

    -Ya no lo soporto más, necesito saber que pasa por esa cabecita. Tu silencio me está asustando Honey.- dice Polo sacándome de mis pensamientos al tiempo que envuelve mi cuerpo con una toalla para secarme y salimos del baño hacia la habitación.

    Centrando mi atención nuevamente en su torso desnudo frente a mis ojos, no puedo evitar que el deseo por lamer cada gota de agua que se desliza por su pecho hasta perderse bajo la toalla que cubre su cintura, crezca a cada segundo. Lentamente voy levantando la vista hasta encontrar sus ojos fijos en mi rostro.

 Lentamente voy levantando la vista hasta encontrar sus ojos fijos en mi rostro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un Juego PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora