Capítulo 13

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    Creo que tardé más de lo normal en abrir la puerta porque mis manos no dejan de temblar y es porque puedo sentir su intensa mirada a mis espaldas, como todo un caballero está esperando que entre para retirarse.

    No vuelvo a girarme porque temo que me puedan fallar las piernas y caer de rodillas si vuelvo a verlo apoyado contra su coche, cruzado de brazos con una sonrisa arrebatadoramente sexy que haría que vuelva a correr a sus brazos para colgarme de su cuello.

    Cierro la puerta y no puedo evitar apoyarme contra esta para recuperar un poco los latidos de mi agitado corazón, son muchas las sensaciones que invaden mi cuerpo, por un lado está la duda de que esto puede tan solo ser un juego para él que solo se divertirá conmigo por esa idiotez de que soy virgen, pero por otro lado, habla mirándome directo a los ojos y creo que es sincero cuando me dice todas esas cosas hermosas que tantas veces soñé que me diría algún día, me cuesta creer que esto realmente me esté pasando.

    "Necesito hablar con Lucius" me dice mi conciencia y eso es lo que voy a hacer. Hoy más que nunca necesito a mi amigo para ayudarme a tomar una decisión.

    Estuvimos hablando casi una hora por telefono porque primero exigió que le contara todo lo que había pasado con lujo de detalle, desde cómo me fué en el show hasta que lo llamé a él. Y lo extraño fué que me apoyaba pero no lo noté muy convencido, sé que en el fondo hay algo que lo preocupa, pero para ser sincera a mi también me inquieta un poco que se haya acercado de un momento a otro y quiera ir tan rápido. Por eso me sorprende un poco la respuesta de mi amigo:

    "-Dile que sí, aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas, porque de todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le dices que no.-" me dijo y debo reconocer que tiene razón, no puedo vivir con el estúpido miedo a que un hombre se me acerque a mí solo para tomar mi cuerpo y luego desecharlo como si fuera algo descartable, porque si me dejo llevar por ese sentimiento acabaré desconfiando hasta de mi propia sombra.

    De todos modos voy a arriesgarme, sé que con él a mi lado podré tener la fuerza de enfrentar a mis padres y decirles que no voy a estudiar lo que ellos quieren, sino lo que yo quiero.
    Y si lo nuestro no resulta, siempre puedo contar con ganar el concurso de la academia.

    "Al final, me importa una mierda si las cosas no terminan saliendo exactamente como las quiero. Más vale tener cicatrices por valiente, que la piel intacta por cobarde."

    Y con ese pensamiento instalado en mi cabeza, caigo rendida en un profundo sueño.

    Un sueño tan profundo e intenso, que me hace gemir cuando recuerdo la forma en que Polo acariciaba mi cuerpo, mis piernas que estaban descubiertas por el vestido, mis brazos, el calor de su cuerpo junto al mío y sus húmedos besos que me hacen suspirar, incluso en sueños mientras revivo los momentos uno a uno como cuando comenzó a besarme con mucha ternura la frente, los ojos, la mejilla y lentamente comienza a bajar por mi cuello, mi clavícula y dirigiendo sus besos hasta...

    "¡MOMENTO.... MOMENTO que eso no fué lo que pasó, teníamos un vestido con el cuello alto, él no te besó el cuello y tampoco estuvo cerca de besarte los pechos!" me advierte mi cerebro saltando las alarmas pero lo ignoro, esto se siente tan delicioso y real que no quiero despertar...

    -Despierta preciosa o no podré contenerme si sigues gimiendo dormida de esa manera.- una profunda y ronca voz hace que abra los ojos como platos y grite con todas mis fuerzas intentando cubrir mi cuerpo con las mantas de mi cama tratando de alejarme lo máximo posible de la figura que está acostada en mi cama.

    -¡Maldita sea! Diana soy yo, cariño no quería asustarte.- dice una voz parecida a la de Polo pero es imposible que él esté en mi habitación.

Un Juego PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora