Extra...

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    Había pasado solo un mes desde aquella noche llena de emociones para ambos y aún seguían recorriendo el mundo en familia, solo ellos tres en un yate que les regaló el Sr. Lucca Rossi y su esposa. El hombre quedó tan conmovido por la historia de amor que les contó la pareja, que sin pensarlo, mandó a prepararles un yate en ese mismo momento y les dijo que a partir de la mañana siguiente se aventurarían a recorrer el mundo en barco para poder disfrutar del amor que se profesaban con solo mirarse a los ojos.

    Al principio tanto Diana como Apolo se negaron ya que no querían abusar de un nuevo socio por más que éste tuviera una compañía de cruceros, también alegaron que no sabían navegar, pero nada de eso fué excusa aceptable para el terco Italiano que les dijo que pondría a un capitán para que les enseñe todo lo necesario y cuando consideren que estaban listos, los dejaría continuar con su viaje. Por supuesto no debían preocuparse por dónde dejarían al capitán, ya que sus barcos viajan por todo el mundo y no supondría un problema traerlo desde cualquier parte en el momento en que ellos lo bajen del yate.

    Casi sin poder creerlo y gracias a la insistencia de Lucius y Jazmín, que se pusieron a saltar y aplaudir como locos cuando se enteraron de la noticia, prácticamente los obligan a retirarse antes de la fiesta para pasar su noche de bodas y estar descansados al emprender el viaje de luna de miel en familia.

    Resignados ante tanta insistencia y la presión del Sr. Lucca, que dijo que no aceptaría un no por respuesta, Diana solo tuvo que mirar a su asistente con la súplica reflejada en su rostro para que ésta entienda que debería hacerse cargo del negocio, pero no sin antes pedirle a Carlos que por favor la ayude ya que Melanie en temas legales no tenía idea alguna de lo que podría salir mal. Éste, respondió al instante con un gesto afirmativo lo que hizo que su amigo Apolo reconociera esa efusividad y buena predisposición al instante en que los ojos de su amigo conectaron con la pequeña pero bonita figura que tenía la asistente de su esposa...

    "Mi esposa..." Pensó y no pudo evitar girar su rostro con una resplandeciente sonrisa dibujada en sus labios para encontrarse con los luceros oscuros de su mujer mirándolo con admiración y la misma sonrisa que él haciendo que no pueda resistirse a esa perfecta boca que le robaba el aliento cada vez que la veía.

    Como si estuvieran pensando exactamente lo mismo, se perdieron por unos minutos en la intensidad de la mirada del otro hasta que redujeron a 0 la distancia entre ellos y se besaron con mucha intensidad, amor y dulzura que los hacía perder la cabeza a ambos y desear estar solos para expresar su amor libremente sin tantos ojos puestos en ellos.

    Fué por eso, que cuando Apolo deslizó su mano desde la cintura de ella hasta su trasero para pegarla a su cuerpo y que sienta la terrible erección que tenía en ese momento, ella haciendo un mal intento por contener el gemido que escapó de su garganta, tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para separarse y no dar un verdadero espectáculo frente a todos sus familiares y amigos.

    Luego de ese caluroso momento, cada minuto que pasaban separados del cuerpo del otro hacía que su deseo creciera más y más. Fue por eso que cuando Bruno les dijo que junto con Katherine ya tenían todo listo para el pronto viaje de luna de miel, ellos quedaron sorprendidos por lo rápido que se habían organizado ese par para entregarles tareas a cada uno de los integrantes de la familia.

    Eros sería el encargado de controlar los pasaportes de ambos padres y en menos de 12hs conseguir el nuevo pasaporte de su nieta que ahora ya no llevaba el apellido Swits y era una Cook. De más está decir que en dos horas el impresionante ex agente de la CIA ya había conseguido todo.

    Por otro lado, Lucius y Jazmín se encargarían de preparar sus maletas. Grace y Alice todo lo que puedan necesitar en el viaje como provisiones y esas cosas que solo las amas de casa saben que pueden llegar a sacarlos del paso si necesitaban pasar varios días sin tocar tierra. Stella se encargó de llevar a la pequeña Selene a la casa para que pueda descansar ya que era tarde para ella y ya se estaba quedando dormida en los brazos de su abuelo Eros que no quería soltarla pero no tuvo opción cuando su esposa lo reprendió por comportarse tan posesivo con la pequeña niña.

Un Juego PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora