Capítulo 41

9.4K 716 105
                                    

    Diana

    "¿Por qué tuve que darle un beso sin pensar... Sin ver mi fragilidad?"

    "Que difícil se hace el beso en la mejilla cuando los labios ya se conocen..."

    Sacudo mis pensamientos y me concentro en el otro regalo que tengo para darle a Bruno y me levanto del sofá al lado de Polo porque su perfume me está haciendo entrar en calor y los labios me arden de deseo por volver a tocar su piel.

    Me siento al lado de mi padre y le entrego mi caja que contiene un documento enmarcado que al verlo y comprender lo que es, comienza a temblar como una hoja y sus lágrimas ruedan fuera de sus ojos sin control.

    -Cuando nos conocimos, no tenía ni idea de que te convertirías en alguien tan importante para mí. Y ahora no me puedo imaginar una vida sin tí, porque significas mucho para mí. ¡Te amo papá!- le digo con un nudo en la garganta mientras lo veo que con su dedo acaricia por encima del cristal la parte en donde dice: "Diana Gael"

    Nos abrazamos y lloramos como dos criaturas cuando las miradas de todos a nuestro alrededor no terminan de comprender qué es lo que sucede.

    -Eee...Ella se ha cambiado el nombre.- dice Bruno intentando recuperar la voz y el primero en aplaudir es mi amigo, luego se une el resto y comienzan a felicitarlo.

    -Sabes que me has hecho el hombre más dichoso del mundo entero tesoro.- dice dejando un beso en mi mejilla y toma una copa de champagne que le entrega Lu para hacer un brindis.

    Nos paramos todos en el centro y aclarando su voz, mi psicólogo favorito comienza con su relato.

    -Quiero decirles a todos y cada uno de ustedes que desde mi experiencia personal puedo asegurarles que no es necesario mostrar belleza a los ciegos, ni decir verdades a los sordos. Basta con no mentir al que te escucha, ni decepcionar al que confió en tí. Las palabras conquistan temporalmente, pero son los hechos los que nos ganan o nos pierden para siempre...

    -...Nunca ignoren a una persona que los ama y los cuida, porque un día pueden darse cuenta de que se perdieron la luna contando las estrellas.

    -...Y cuando ese día llegue, se darán cuenta de que no cualquier persona se va a querer quedar contigo conociendo tus defectos y virtudes, serán conscientes de que no cualquiera dejaría su orgullo para estar bien contigo. Que la vida no te dará otra vez a una persona que te ame tanto como para quedarse contigo a pesar de lo difícil que puede ser. Un día se darán cuenta que muchas personas te dejarán por el desastre que puedes ser y no muchos se quedarán contigo para ser un desastre juntos...

    -Queridos míos, las heridas no sanan con el tiempo, ni el alcohol, ni las distracciones, ni el maquillaje, ni otros besos... La herida la sanas tú, cuando la enfrentas, la entiendes y aceptas su existencia, y este es mi mejor y único consejo para ustedes dos; "Aprendan a perdonar, porque todos en algún momento nos equivocamos"- dice mirando directamente a Apolo y a mí.

    -Y a todos les confieso, que finalmente después de pasarme la vida corriendo, alguien me atrapó.- dice de repente tomando a Stella de la cintura y acercándose a su lado para dejar una última frase mirando directo a sus ojos.

    -Brindo por esos besos que se dan con la mirada, porque los ojos no saben guardar secretos, y porque todos merecemos una persona que nos diga: "Podemos arreglar esto, no puedo perderte".- dice y mis ojos no pueden desconectarse de los de Polo que parece que estuvieran igual de hechizados que los míos haciendo que su mirada me provoque un escalofrío que recorre toda mi piel.

    -¡Salud por eso!- dice Lu sacándonos de la nube en la que estábamos y chocamos nuestras copas para brindar.


Un Juego PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora