Capítulo 21

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    Despierto mucho antes de que mi alarma suene, anoche me costó un poco conciliar el sueño a pesar de que estaba muerta de cansancio y sé que fue por los nervios del día que me esperaba.

    Tras salir de la ducha, hoy decido ponerme la falda nuevamente y la camisa celeste. Creo que por primera vez en mi vida quiero verme linda y solo hay un nombre para eso y es simplemente Apolo, él me hace sentir linda y deseada, nunca creí que diría esto, pero estoy enamorada.

    Se que es muy repentino, y que no nos conocemos del todo, pero hoy solo quiero que sepa que he encontrado una razón para mí. Para cambiar quien solía ser, esa chica llena de miedos de luchar por sus sueños, porque él me ayudó a darme cuenta de que no necesito el apoyo de nadie para ser lo que realmente quiero ser, solo lo necesito a él. A mi dios olímpico a mi lado y todo estará bien.

    Con ese pensamiento instalado en la cabeza llegué a la casa de Polo, pero el coraje para decirle lo que siento me abandona cuando veo su rostro al entrar en la biblioteca. Tiene unas leves ojeras debajo de los ojos que indican que no debe haber dormido mucho anoche y supongo que debe ser por los nervios del proyecto o quizás sea otra cosa, porque no se vé realmente emocionado de verme. Pero a quien quiero engañar, incluso es este estado de ánimo, me parece hermoso.

 Pero a quien quiero engañar, incluso es este estado de ánimo, me parece hermoso

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    -Guau... ¿Fue larga la noche?- le pregunté con una pequeña sonrisa.

    -No te imaginas cuanto.- dice molesto y vuelve a centrar su atención en el libro.

    -Mmm creo que tienes un mal comienzo del día, ¿Quieres que salga para que puedas descargar tus frustraciones malhumoradas matutinas? Podría regresar luego...- le digo un poco sarcástica.

    -Por favor no me interrumpas mientras te ignoro. Gracias.- dice y ya me está cabreando un poco su actitud.

    -Wow... Eso si es interesante "Bichito", creo que hoy es uno de esos días en que mi dedo medio sería la mejor respuesta para todo.- le digo mientras me siento del otro lado del escritorio para repasar los últimos detalles del proyecto.

    -Deja de tirarme indirectas Diana, no estoy para tu lengua viperina hoy.- dice antes de dedicarme su mirada furiosa y sé que no debería, pero adoro sacarlo de sus cabales.

    -Bueno, creo que es hora de que sepas que hablo 3 idiomas, español, indirectas y sarcasmo.- le digo antes de guiñar un ojo coqueta.

    -Dios, hay días en que eres realmente insoportable.- dice y por más que intente hacerme creer que lo dice enserio, sé que su humor ya no es el mismo.

    -¿Sabes cual es la diferencia entre una pizza y tu opinión?- le pregunté con la voz lo más neutra que puedo mientras sigo revisando mis papeles concentrada.

    -¿Cual?- dice y casi no puedo aguantar la satisfacción de que haya caído en mi trampa.

    -Que a la pizza yo la pido, en cambio, a tu opinión no te la pedí...- le digo mientras lo miro seria levantando una ceja solo para hacer que me mire furioso por un segundo antes de soltar una carcajada que resuena por todo el lugar.

Un Juego PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora