Capítulo 16

11K 614 70
                                    

    -¿Qué te dijo?-

    -¿Quién?-

    -El papa. ¡Mi madre Diana, no te hagas la tonta!- gruñe perdiendo la paciencia el "polvorita"

    -Ah... Nada, cosas de chicas, cómo lo mucho que va a extrañar a Alisson paseándose por la casa coqueteando con su marido, o que soy su nueva ídola, cosas comunes de chicas.- le digo con una sonrisa traviesa, pero su gesto es molesto.

    -No creí que ella también se daría cuenta. Mi familia debe creer que soy un idiota que se deja usar como carnada por las mujeres.- dice avergonzado tomando asiento a mi lado y apoyando los codos en sus rodillas jalando el pelo de su nuca, me da una ternura terrible verlo vulnerable así que hago lo primero que me sale para intentar levantarle el ánimo.

    -Bueno, no se si te sirve de consuelo, pero voy a confesarte algo por lo cual después pueda llegar a arrepentirme...- comienzo a decir captando su atención y cuando levanta su rostro de su escondite, haciendo a un lado mi vergüenza, me siento a horcajadas sobre él y tomé su rostro en mis manos.

    -Aquel día, cuando chocamos en el pasillo, cuando tus preciosos ojos se cruzaron con los míos, se me olvidó completamente hacia donde iba. Y huí porque temía que comenzaría a tartamudear si intentaba hablarte, a partir de ese momento, jamás he podido mirar a nadie más que no seas tú, y no fué hasta hace poco que descubrí que adoro ver esos preciosos ojos reflejando tus emociones cuando estás feliz, o cuando estás furioso, incluso cuando están tristes y cuando conectan con los míos adquieren un brillo que me vuelve loca.- le digo sintiendo arder mis mejillas y se intensifica cuando se queda en silencio mirándome como si no pudiera creer lo que está oyendo.

    -¿Lo dices enserio?-

    -Yo no miento Apolo.- digo ya dudando un poco de la reacción que vaya a tener.

    -Entonces déjame decirte que los ojos siempre le pertenecen a la persona que los hace brillar. Porque desde ese mismo día, mis ojos quedaron enamorados de tu sonrisa.- dice mientras acaricia mis labios con su pulgar, sus ojos brillan con una intensidad que sumada a la caricia de su mano, hace que me estremezca de pies a cabeza.

    -Tu mirada es una aventura...- susurro casi sin aliento.

    -Tu boca es mi locura...- susurra antes de cerrar la distancia y unir nuestros labios.

....

    Desde ese momento, hasta ahora todo ha sido difícil de creer, con Apolo todo parece un cuento de hadas porque por las tardes cuando salimos del colegio, diariamente vamos directo a su casa, donde ensayo el tema para mi audición durante una hora junto a Jazmín y su profesora de canto, luego nos ponemos a trabajar en el proyecto de historia, y antes de llevarme a mi casa, siempre damos un paseo por algún lugar de la ciudad haciéndome sentir como jamás nadie lo ha hecho, recibir tanta atención de su parte y tanto amor de su familia, hace que me duela el corazón de dicha, su madre y su padre me tratan como a una hija, Jazmín como a una hermana mayor a la que usa para saciar sus dudas adolescentes y sus nanas como a una nieta.

    Pero no todo es color de rosas, Lucius está bastante distante dentro del colegio y solo me envía un par de mensajes al día sin responder a mis preguntas. Cuando le digo que me cuente lo que le sucede o me cambia de tema o simplemente deja de responder, y me inquieta aún más que Alisson se ha mantenido con un perfil bajo desde que me amenazó con contarle a todo el colegio que yo era una roba novios, sé que algo trama y no puedo descifrar que es. Y también está Bruno, que en las últimas sesiones me ha dado algunos consejos un tanto difíciles de descifrar, como la de hoy por ejemplo, que antes de marcharme me dijo: "-El otro día se me murió una planta de tanta agua que le dí, desde entonces entendí que dar de más aunque sea algo bueno, no siempre es lo correcto.-" Le pedí que me explicara que estaba tratando de decirme, pero solo me sonrió y me dijo que ya lo entendería en algún momento.

Un Juego PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora