Diana es la típica chica asocial del colegio enamorada del chico popular, que obvio ni sabe de su existencia, o por lo menos eso creía ella.
Hasta que un proyecto los une haciendo que se terminen enamorando.
Eso es lo que ella creyó hasta que descub...
-Ya no quiero pensarlo más Lu, es una locura todo esto.- me quejo con mi amigo mientras paseamos por el patio de la escuela. Ya es viernes y hace tres días que mi madre está sumamente insoportable.
No para de preguntarme por Apolo, decirme que ni se me ocurra negarme a salir con él, porque la misma noche que me llevó a casa le dije que no iría pero fue entonces cuando me dijo que si echaba a perder la oportunidad que tenía de acercarme a él, se encargaría ella misma de desheredarme.
-La verdad es que no entiendo a tu madre, una cosa es que se ponga feliz porque tienes una cita, pero que te lleve a un spa para hacerte un service completo, eso está a otro nivel.- me dice sorprendido.
-Solo faltó que me obligue a acostarme con él esta noche.- le digo avergonzada. -Me obligó a dejar que me hicieran todo tipo de cosas incluyendo una completa depilación definitiva. El peor dia de mi vida.- dije tapando mi rostro con mis manos.
-¿Tan malo es?- me pregunta curioso.
-No se lo deseo ni a Alisson.- le susurro.
-Guau... Creo que entonces no me la haré.- dice poniendo una mano en sus partes haciendo que suelte una carcajada.
-Hablando en serio, ¿Cómo haré para mantener mi pobre corazón fuera de todo esto? Porque por más que Apolo y Alisson supuestamente ya no están juntos, no quiero que me vinculen con él. No quiero que me confunda ni que juegue conmigo.- digo triste.
-Hey... Amiga, no decaigas. Tú no eres así, necesitas aferrarte a tu fiera interior y no dejarte vencer. Tiene un carácter muy complicado tu dios olímpico, mira ahora, hace como cuatro días que no te dirige la palabra. Entonces, si te trata bien, lo tratarás bien. Si te trata como un juego, le mostrarás como se juega.- dice convencido.
-Eso es fácil de decir. ¿Pero cómo hago para controlar mis emociones?- le pregunto bajando mi rostro a mis manos.
-Querida, si sientes mariposas en el estómago esta noche, solo toma agua y ahogalas.- dice haciéndome reír otra vez.
El día pasó demasiado rápido para mi gusto, no quería que llegara este momento. Pero prefiero salir de aquí cuanto antes, vaya dios a saber que le estarán diciendo mis padres a Apolo en la sala de mi casa.
Me puse un vestido negro de mangas largas pero con los hombros descubiertos y que me llega hasta la mitad del muslo. Mi maquillaje es simple, solo un poco de sombra en los ojos y los labios de un color nude.
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Una última mirada al espejo y sin pensarlo más decidí bajar las escaleras, en la sala me encuentro con mi madre atosigando a preguntas a Polo sobre su familia, pero cuando me ve hace una verdadera escena digna de un teatro.
-Oh... Pero mira que preciosa está mi muñeca... Mírala Apolo y dime si no es bellísima.- dice haciendo que él gire en mi dirección dejándome sin aire cuando lo veo.
