Aborreció cada instante en el cual su cuerpo se arrodilló contra su propia voluntad.
Observó el semblante de Valerie Deanoff y la maldijo, ya que sabía que la odiaba con cada poro de su piel.
—¡Alabada sea la reina! —bramo Ileana, apoyó una de sus rodillas en el suelo e inclinó su cabeza—. Vuelvo a jurar mi lealtad, mi espíritu y entrega por toda la eternidad. Será un honor volver a servirle, mi señora.
Crina contuvo el bramido de ira que quiso salir de sus labios. ¿Cómo podía su hermana volver a jurarle lealtad a alguien como ella? ¿Por qué estaba dispuesta a servirle?
La vampira estiró el cuello hacia ambos lados mientras sus heridas terminaban de cerrarse. Observó los rastros de sangre seca que habían arruinado su capa y gruñió molesta.
—¡Alabada sea la reina!
Gritos y vítores explotaron de parte de los vampiros, seguido de fuertes y entusiasmados aplausos.
Crina apretó los puños, furiosa.
"Hipócritas. Ahora alaban a alguien que nunca estuvo".
Sin embargo, su atención se desvió nuevamente a Valerie cuando su cuerpo perdió fuerza y cayó. Antes de que se desplomara contra el suelo, Vladimir la sostuvo y la cargó en sus brazos con delicadeza.
¿Se podía llegar a odiar tanto a otra persona? No lo sabía, pero Valerie parecía romper los limites de su propio desprecio. Ahogada en sus propios pensamientos y con el deseo de causarle daño a la reina no lo pensó dos veces y se lanzó contra el grupo de humanos que parecían distraidos con el repentino desmayo de su amiga.
Su ataque fue frustrado cuando Razvan la detuvo, la tomó del cuello y dejó sus pies colgando en el aire. Magos y brujas observaron la escena estupefactos ya que habían sido tomados por sorpresa.
—Ni siquiera lo vuelvas a intentar.
—Suelta..me —jadeó Crina intentando sacarse la mano que oprimía su cuello.
—¿Para qué? —una sonrisa perversa cruzó la boca de Razvan—. Tengo la excusa perfecta para destruirte y la verdad hace siglos que muero por hacerlo—. La vampira volvió a jadear, desesperada, cuando le apretó aun más su cuello.
—¡Becali!
Ileana apareció frente a él en un parpadeo.
—Dejala ir.
Razvan hizo caso omiso a sus palabras.
—Becali...—la general suspiró y posó una mano en el hombro del vampiro—. Sabes que no vale la pena.
Razvan chasqueó la lengua, disgustado y la soltó. Crina cayó de rodillas al suelo, se llevó las manos al cuello y tosió exasperada.
—Si vuelvo a verte cerca de los invitados de la reina, te mataré —murmuró Razvan con desprecio.
—Crina, deberías retirarte —añadió su hermana.
La vampira carraspeó, se puso de pie y contempló a su hermana con desdén.
—Eres patética. ¿Realmente vas a proteger a estos humanos? ¿Desde cuando dejamos que una especie inferior ingrese a nuestro castillo?
—Son invitados de la reina y no eres nadie para cuestionar su decisión —replicó Ileana sin inmutarse.
—Y así de fácil vuelves a ella, como un perro con la cola entre las piernas. ¿Qué tan bajo puedes caer?
La general alzó el rostro con fastidio.
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Corrompiendo tu alma negra: sombras del pasado
FanfictionValerie Deanoff lleva años lejos del mundo mágico en búsqueda de Tom Riddle luego de su misteriosa desaparición de la prisión de Azkaban. Sin embargo, la vampira deberá regresar para un evento importante de sus viejos amigos, sin saber que su retorn...