Capítulo 39: Stonehenge

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Con un crujido, Hermione y Antonin arribaron a Stonehenge con la respiración agitada.

Las piedras del monumento generaron tenebrosas sombras con la poca luz que irradió el sol ante la pronta llegada de la noche.

—¿El arma está aquí? — susurró con desconfianza la bruja.

Dolohov asintió mientras estudió el lugar con cautela. Había esperado que al llegar se encontraría con un ejercito de nosferatus, pero el monumento se alzó frente a ellos completamente desolado, y era aquel silencio lo que no le dio un buen presentimiento.

—Debe haber alguna clave o algo que nos permita encontrar lo que estamos buscando —murmuró el ex mortifago agitando el pergamino. Hermione se acercó a él y sin más se lo arrebató para estudiarlo con detenimiento—. ¿Alguna idea de qué es exactamente lo que encontró Walburga?

Sin embargo, la joven bruja no le prestó atención sumida en la lectura. Tras unos segundos, abrió los ojos atónita ante toda la información que el pergamino contenía.

—La señora Black es asombrosa... ¿Cómo no sabía que existían este tipo de artefactos mágicos? Es impresionante que...

—Hermione... —le interrumpió Antonin para que no perdiera el foco.

La bruja agitó la cabeza y le dedicó una mirada seria.

—El enemigo de Vladimir está buscando un arma... Y según lo que encontró Walburga no estamos hablando de cualquier objeto o arma mágica, sino la mismísima daga Carnwennan.

—¿La daga qué?

—Carnwennan... —repitió Hermione—. No es tan popular como la espada Excalibur, pero desciende de la misma historia. La daga es un arma de la leyenda Artúrica, la cual fue parte de las armas sagradas que Dios le dio al rey Arturo. Según los registros aquí especificados, el mismísimo Merlín la clasificó como artefacto peligroso, y ante la corrupción de ese objeto sagrado el rey Arturo la escondió para que no cayera en malas manos.

Antonin parpadeó confundido.

—Espera espera... ¿Estamos hablando del mito del rey Arturo? La mesa redonda, la espada mágica y bla bla... ¿De verdad se están basando en eso?

—Es usual confundirse, pero los mitos suelen tener una conexión con la realidad hasta cierto grado. Tal vez podamos discutir hasta que parte es verídica y que parte la historia del rey Arturo es ficticia, pero la existencia de Merlín es innegable —Dolohov iba a rebatir, pero Hermione le ignoró y continuó—. No estamos buscando alguna señal en particular Antonin... Según lo que averiguó Walburga, la daga está escondida en Stonehenge.

—Es un monumento bastante amplio, puede estar en cualquier parte —gruñió el mago lanzando una mirada fugaz al lugar.

—Esa es la lógica que muchos pensarían...

—¿Pero...?

—La señora Black fue un paso adelante —señaló Hermione emocionada—. Merlín, que mujer más brillante —murmuró para si misma y continuó—. Ella realizó un estudio de Stonehege en profundidad y según los registros este monumento existe hace miles de años, incluso antes de la era del rey Arturo y Merlín. ¿Sabias que sus cimientos cumplen con ciertas características que le han permitido albergar una cantidad de poder mágico indescriptible?

—¿Crees que el enemigo de Vladimir quiere no solo la daga sino también el poder que posee el monumento?

Hermione negó con la cabeza. —No estamos hablando de algo tangible. Los cimientos de Stonehege contienen siglos de magia que ha fluctuado desde la tierra, pero no es algo que puedas contenerlo, es parte de la misma naturaleza. Es por ello que ningún mago, ni siquiera el rey Arturo si es que tuvo la ayuda de Merlín, podrían haber modificado el monumento para esconder la daga.

Corrompiendo tu alma negra: sombras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora