Capítulo 19: La contienda es desigual, parte III

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A los poco minutos que Razvan se fue de su lado, Valerie comenzó a respirar con dificultad y un dolor puntiagudo emergió en sus extremidades.

Maldijo en voz baja su suerte y bufó exasperada. No imaginó que alguna vez volviera a hacer uso del poder que el título de reina le otorgaba y menos utilizarlo con Razvan.

Sabía que en el fondo, el vampiro solo buscaba velar por su seguridad, pero ella no podía permitir que algo le ocurriera a sus amigos. No obstante, no dimensionó que fuera a requerir de tan gran cantidad de energía. De hecho creyó que no volvería a ser capaz de emplear dicha técnica, pero claramente estaba equivocada.

Una nueva punzada de dolor brotó en su pecho y sin poder evitarlo bajó una rodilla al suelo e inhaló y exhaló agitada, la barrera frente a ella tembló y dejó ver un pequeño atisbo de debilidad.

"No ahora, por favor, no ahora".

Valerie, angustiada temió lo peor y sintió que su cuerpo perdería el equilibrio, cuando repentinamente una cálida mano se posó en su hombro con cierta rudeza y evitó que cayera.

Alzó levemente la vista para encontrarse con el rostro preocupado y molesto de Tom Riddle.

***

Notó al instante una oscilación en la barrera y la vio, su respiración fatigada, su debilidad, la frustración marcada en sus rasgos y algo se agitó dentro de él con fuerza.

Sin siquiera pensarlo corrió hacia ella y la sostuvo del hombro con cierta rudeza para evitar que se cayera. Fue entonces que las orbes oscuras de la vampira, que habían sido su perdición hace muchos años, lo miraron con asombro.

Una tenue sonrisa apareció en la comisura de sus labios pese a la tensión del ambiente.

- ¿No se supone que la reina de los vampiros es bastante poderosa? - replicó él con leve sarcasmo.

Valerie rió débilmente entre dientes - Me falta un poco de práctica - susurró.

Tom tragó en seco al escucharla ¿realmente le estaba siguiendo el juego de palabras? ¿A él, en aquellos momentos?

Su pecho se removió, dichoso, y una expresión divertida se esparció por todo su rostro. Al mismo tiempo y con rapidez agitó su varita para apoyar la barrera evitando que se derrumbara.

Valerie suspiró agradecida y lo observó con tanta atención que el mago no pudo evitar bajar su mirada, fugazmente, a sus labios y sentir un hormigueo en su estomago. Una fuerte carcajada interrumpió la tensión entre ambos.

Valerie y Tom giraron sus miradas hacia Lucius Malfoy que pese a las horribles y profundas heridas había logrado ponerse de pie cerca de Basilea y Donovan.

- ¡Siempre cayendo tan bajo, Voldemort! - les gritó con una expresión y sonrisa de enferma locura. - ¡Huyan! ¡Huyan como el cobarde mi hijo!

- ¿Lo dice el vampiro que no puede cruzar un simple hechizo de protección? - se burló Riddle.

- Riddle - dijo de pronto Basilea con una sonrisa maliciosa. - ¿Con que tu fuiste el famoso Lord Voldemort? Que decepción... - su tono de voz estaba cargado en sarcasmo. - ¿Tanta fe le tienes a tus capacidades?

- ¿Por que no te acercas y lo pruebas? - le retó el mago con seguridad.

- Oh, no te preocupes, pretendo hacerlo... Tengo unos amigos que están expectantes en corroborar que tanto puede resistir tu barrera.

Detrás de la mujer lobo las siluetas de varias figuras emergieron de la oscuridad, donde sus ojos rojos inyectados en sangre brillaron entre las sombras.

Corrompiendo tu alma negra: sombras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora