En tus zapatos

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La alarma sonó, las 5:00 am marcaban en el celular. Siyeon aún se cuestionaba porque era necesario estar fuera de cama tan temprano para Sua, después de todo era sábado.

Sua...

Los recuerdos de lo que pasó ayer hicieron que Siyeon se sintiera aún más tonta, ni siquiera se disculpó de manera correcta.

—Arghhhh!!

Apagó la alarma y se sentó un rato a pensar en sus posibilidades, le gustaría poder contarle todo esto a sus amigas en estas situaciones ellas podrían aconsejarle pero todo era tan complicado, incluso el simple hecho de desahogarse le haría bien.

Fue entonces que una persona pasó por su mente.

—Me sorprendió tu llamada-Handong le dió un sorbo a su café—¿pasó algo Siyeon?

—Aún me sorprende como puedes saber con facilidad quién es quién.

—El secreto está en los ojos-Handong soltó una pequeña risilla—mira profundamente y podrás saber quién realmente es.

—Estás segura de que no eres una bruja, digo sin ofender—Siyeon bromeó un poco.

—Pues por el momento no se me ocurre más magia que la de mi propio encanto-sonrió la pelinaranja de manera astuta—pero no me ofendes.

Una vez que un silencio se apoderó de la conversación, Siyeon habló.

—Lamento molestarte, pero realmente necesitaba hablar con alguien y eres la única que realmente podría entender bien la situación, sé que no nos conocemos tanto pero eres una buena persona, eso puedo decirlo.

—Dime Siyeon ¿en qué puedo ayudarte?—Handong sonrió amablemente mientras notaba ciertos nervios de parte de la pelinegra.

Siyeon absorbió aire y comenzó a contarle toda la situación a Handong, claramente reservando pequeños detalles como que estaba enamorada de Sua.

—Entonces yo la herí con mis palabras y ella sólo se fue, no hablamos desde ese incidente y realmente creo que fui una tonta. ¿Tú que piensas?

Handong analizó la situación en su cabeza antes de comenzar a hablar.

—Sabes, a mí me costó mucho perdonar, a ambos tanto a Sua como a Jackson.

En ese momento Siyeon se dió cuenta que había cometido un error, claro que no podía hablar de esto con Handong, que estúpida se sentía en ese momento.

—Lamento mucho haberte metido en todo esto, en serio soy una tonta, te juro yo no pensé, no sé que me pasa últimamente que no pienso con sensat...

—Siyeon—Handong la interrumpió ya que no dejaba de hablar sin parar—tranquila. Lo que quiero decir—respiró hondo con algo de alivio—si logré perdonarlos es porque sé muy a parte de lo que pasó, que individualmente tanto Sua como Jackson son buenas personas, son buenos amigos. Si te sentiste usada o de alguna manera hecha a un lado esa nunca fue la intención de Sua, eso lo puedo asegurar.

—Entonces lo eche a perder.

—Claro que no, aunque no haya sido su intención, igual estuvo mal de parte de Sua ignorarte sin explicación alguna.

—¿Entonces?

Los ojos de Siyeon buscaban respuestas para dejar de sentirse mal.

—Tienen que hablar, y hablar bien. Además ya saben que para volver a sus cuerpos necesitan relacionarse bien, complementarse, y no creo que discutiendo o ignorándose lo consigan en el tiempo indicado.