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Sua no quería levantarse, no quería ir a la escuela y enfrentarse a las miradas de la gente juzgandola, a parte que en resumen se había quedado sin amigos.

Se aferró con más fuerza a su almohada, hoy no planeaba salir de la cama.

—¡Abre la puerta!

Unos fuertes golpes en la puerta, sacaron a Sua de lo que serían las ganas de sumergirse en sus sueños.

—¡Ya es tarde!

Sua se levantó, abrió la puerta y se volvió a echar. Ni siquiera se molestó en ver quién tocaba.

—¿Estás loca? ¿No irás a la escuela hoy?

—Sólo quiero dormir.

—¡Siyeon!

Sua abrió los ojos de golpe, no puede ser, no otra vez. Se topó con la chica del otro día, parecía ser la hermana de Siyeon.

—Pellízcame.

—¿Qué? —Gahyeon estaba muy confundida, su hermana actuaba más extraño de lo normal. Pero de todas maneras obedeció, y la pellizco en la pierna.

—¡Auch! —eso le confirmaba a Sua que no, no era otra pesadilla. ¡Genial! lo que faltaba pensó.

—Tú me pediste que lo hiciera y sí ya terminaste, te importaría alistarte, tienes que llevarme a la escuela.

—No quiero.

—¡Mamá! —el gritó de Gahyeon casi dejó sorda a Sua.

—Está bien, está bien, pero deja de gritar.

Sua comenzó a alistarse, se puso el uniforme, y se amarró el cabello en una cola. Ni más ni menos, ni siquiera se molestó en mirarse en el espejo, total, ya sabía que no era su cuerpo.

—Listo, vámonos—Gahyeon le lanzó unas llaves y se despidió de su madre.

—Hija ¿estás bien?—preguntó la señora Lee—pareces algo triste.

—Sí —Sua sinceramente ni siquiera sabía si estaba triste, confundida o enojada en ese preciso momento—sólo quería dormir más.

Ambas salieron de la casa ya listas para ir a la escuela, cuando Sua se dió cuenta que ella no sabía conducir.

—¿No me digas que iremos en eso?

Sua miraba con una cara de miedo la moto negra.

—¿Qué quieres decir? Es tu moto.

—Yo no voy a subir a esa cosa.

—Siyeon, ¿qué diablos te pasa?.

Gahyeon empezaba a creer que su hermana se estaba volviendo loca.

—Hoy iremos en taxi.

El camino a la escuela no fue tan largo, al parecer la familia Lee vivía cerca de la escuela. Pero si fue completamente silencioso, con una que otra mirada rara que le brindaba Gahyeon.

—Ya sabes, yo me vuelvo con mis amigas, nos vemos en casa.

Gahyeon le dió un pequeño golpecito en el hombro a Sua. Y se alejó adentrándose en la escuela.

Sua no sabía que hacer exactamente, buscar a Siyeon sería lo ideal, tal vez ella sí tenga alguna idea o tal vez no. Pero al menos era la única que podría comprender lo raro de esta situación.

—Hey, ¿viniste sin tu moto hoy?

Yoohyeon se acercó colocando su mano en el hombro de Sua, sorprendiéndola.

En tus zapatos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora