La música retumbaba en la habitación, se encontraban en la casa de Sua, ella tenía un espacio para practicar sus coreografías, al encantarle el baile y siendo hija única sus padres le concedieron ese deseo, uno muy conveniente.
En este momento lo único en lo que podía pensar Siyeon era en lo bien que se veía Sua, ella vestía una calza corta con una blusa de tirantes mientras le marcaba los pasos que tenía que seguir, siendo observada atentamente.
—Siyeon, ¿me estás escuchando?.
—Sí, claro.
—Entonces ¿por qué no me sigues?.
—Esto de bailar realmente no se me da.
Sua la miró medio pensativa y luego de unos segundos se acercó a Siyeon, colocándose detrás de ella.
—¿Qué haces?—se puso tensa al sentir las pequeñas manos en su cadera.
—Te ayudo—respondió tranquilamente Sua—escucha la canción y cuando encuentres el ritmo muévete acorde a él.
Siyeon trago saliva, tratando de ocultar sus nervios, esto no está bien era en lo único que podía pensar.
—No... no creo que esto funcione.
—Estas muy tensa—Sua se acercó más a Siyeon, debido a la altura tuvo que ponerse de puntillas para que la otra chica pudiera escucharla—tienes que soltarte.
—Creo... creo que deberíamos practicar mañana... si estoy en tu cuerpo creo que es mejor, ya que la que se presentará de todos modos serás tú, así que bueno...—Siyeon habló demasiado rápido haciendo casi incomprensible lo que estaba diciendo mientras se apartaba rápidamente del toque de Sua.
—Pero dijiste que hoy estabas libre ¿porqué perder el tiempo?—no entendía porque de pronto se quería ir.
—Recordé que tengo algo importante que hacer, sí, tengo que hablar con Yoohyeon. Nos vemos mañana—Siyeon se acercó y le dió un fuerte abrazo y luego se marchó corriendo, dejando aún más confundida a Sua.
—Eso fue raro—dijo mientras volvió a poner la música desde el principio para seguir practicando.
Siyeon no mintió del todo, luego de salir corriendo de la casa de Sua, se dirigió a la de Yoohyeon, necesitaba hablar con alguien y sabía que su amiga tal vez la ayudaría a aclarar sus ideas.
—Tengo algo que contarte—fue lo primero que dijo tras que su amiga la recibió.
—Yo también—respondió no tan convencida de si realmente quería contarle a Siyeon. Después de todo aún tenía sus sospechas respecto a todo el asunto con Jiu—pero tú primero.
Ambas se sentaron en la cama de Yoohyeon, mientras se miraban, Siyeon había extrañado mucho esto.
—Creo... creo que me gusta Sua—se cubrió la cara con ambas manos tratando de ocultar cualquier tipo de vergüenza en su rostro y al mismo tiempo protegiéndose de la reacción de Yoohyeon.
—¿Qué?—pusó una cara de confusión mezclada con algo de incredulidad—¿Sua?.
Siyeon se tumbó de espaldas en la cama, mirando al techo.
—Sí—respondió, como quién afrontó sus sentimientos y se resignó ante ellos—Sua.
—¿Cómo? ¿cuándo? y mucho más importante ¿por qué?.
—¿Cómo?... no lo sé, supongo que todo el tiempo que he pasado con ella, conociéndola tuvo algo que ver. ¿Cuándo? solo sé que un día lo supe y ya no había vuelta atrás. ¿Por qué?—Siyeon lo pensó un rato antes de responder—su sonrisa es hermosa, pero cuando ríe, cuando ríe todo se vuelve mejor, parece una persona superficial pero en realidad es tan amable, sensible y aunque es temperamental e impulsiva, tiene un gran corazón lleno de buenas intenciones. Y a parte de eso ¿la has visto? ¡Es preciosa!.
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En tus zapatos
Romance¿Qué pasaría si de repente despiertas en el cuerpo de otra persona? Exactamente eso es lo que dos jóvenes están a punto de experimentar. Una historia donde todo da vueltas, nada es lo que parece y sí algo es seguro, es que deberán aprender lo que es...