—Ya llegó Jiu—avisó la señora Kim a su hija que aún seguía en su habitación alistandose.
Como ya era costumbre, Jiu estaba como conductora designada, debido a que no le gustaba beber y prefería encargarse de que sus amigos estuvieran bien, sobretodo su mejor amiga.
Sua tenía algo claro: hoy, la noche era para Handong y sólo ella, así que no permitiría que nada arruine eso hoy, ni siquiera Jackson.
Tenía puesto un enterizo azul con un pequeño escote en el pecho y unos zapatos negros a juego. Unos cuantos retoques y listo, se veía muy hermosa. Agarró el regalo que había comprado, el cuál colocó en una pequeña cajita roja, con una nota.
Para que te acompañe en los buenos y malos momentos. (Espero que todos sean buenos).
—Con amor, SuA.
Entonces se despidió de sus padres y se dirigió al auto de su amiga, que la estaba esperando.
—Te ves genial.
La rubia llevaba una blusa blanca holgada con unos jeans negros ajustados, sin duda alguna resaltaban su figura.
—Y tú no te quedas atrás—le guiño un ojo luego de observar detenidamente su outfit completo. Y así sin más se dirigieron a la fiesta.
—¡Siyeon! Ya llegó Dami.
—Ya voy.
La joven de cabellos negros, vestía un pantalón negro rasgado, uno de sus favoritos, acompañada de una camisa ancha de color roja, junto con unos botines. Le gustaba lucir bien, pero le gustaba más estar cómoda.
—¿Por qué no puedo ir? —Gahyeon hizo un puchero—mamá dijo que podía ir, si tu me llevabas.
—No, tú tienes que quedarte aquí y dormir bien. ¿Okay?—besó su frente—Cuando tengas más edad te prometo que te llevaré conmigo a donde sea.
—Siyeon, tengo 16 años. No soy una bebé—la joven se metió a su cuarto dando un fuerte portazo.
—¿Todo bien hija?—Preguntó su madre que la esperaba para despedirse.
—Todo bien mamá, sólo está en su etapa rebelde. Ya se le pasará.
—Cuídate, sí.
Siyeon repitió la acción de hace unos minutos y le dió un beso en la frente a su mamá, saliendo al encuentro de sus dos amigas, que la esperaban en el taxi que había traído Dami.
Dami llevaba puestos unos pantalones negros, polera blanca, una chaqueta y zapatos negros. Yoohyeon llevaba una polera negra, unos jeans ajustados y unos converse.
—Si te lo preguntas, intenté hacer que se cambie.
—¡Esto es lo mejor que tenía!—protestó Yoohyeon.
—No la molestes, ya sabes que bastante valor le tomó decidir venir para conquistar el corazón de su amada—bromeó Siyeon.
Al notar la cara triste que estaba poniendo Yoohyeon se detuvieron.
—Es broma Yooh, sabes que eres hermosa, y sí Jiu no lo nota, ella se lo pierde—Dami se acercó para abrazar a su amiga.
—Eso es cierto, cualquier chica sería muy afortunada de tenerte—Siyeon se unió al abrazo.
—Gracias chicas—las apartó Yoohyeon—pero basta de tanta cursilería—las tres comenzaron a reírse.
—Recuerden, las tres llegamos, las tres nos vamos juntas ¿está bien?
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En tus zapatos
Romance¿Qué pasaría si de repente despiertas en el cuerpo de otra persona? Exactamente eso es lo que dos jóvenes están a punto de experimentar. Una historia donde todo da vueltas, nada es lo que parece y sí algo es seguro, es que deberán aprender lo que es...