Habían pasado muchos años después del nombramiento de los guardianes. Durante ese tiempo, Naélium estuvo en paz. La población iba creciendo y fortificando sus poderes. Los hijos de Yutai intentaron no interferir mucho con el desarrollo de los humanos, aunque no todos tuvieron éxito. El pueblo ansiaba el poder, el egoísmo, la avaricia... signos de que la NADA iba gobernando poco a poco en silencio Naélium.
Ninguno de los Dioses se daba cuenta, menos Esus y Aini. Éstos tenían un gran plan de gobernar todas las naciones. Tendrían que hacerlo con suavidad, sin que se notase sus intenciones, para no alertar a su madre, Yutai.
Al principio comenzaron a cambiar los nombres de las naciones. De éste modo hacían que los pueblos se sintiesen más orgullosos de su Nación y así, ser capaces de morir por ella.
Kian pasó a llamarse Kiau. A Kaliska no le extrañó, dado que había dejado desde hace tiempo que el pueblo tuviese un Rey. Éste había decidido cambiar el nombre, bajo influencia de Aini por descontado.
Seguidamente fue el pueblo del mar quién se cambió el nombre. Ranavalona ya no se escondía, pero le gustaba vivir en soleddad. Pocas personas de su nación la vieron alguna vez en su vida, pero cuando había problemas, era la primera en aparecer. Como su hermana, también dejó que hubiese reyes y éste, molesto porque Ranavalona nunca se involucraba en los asuntos del pueblo, decidió ceder en la petición de su nación vecina. Neb pasó a llamarse Nebai.
A continuación, Esus, quien gobernaba con gran poder y alevosía, decidió cambiar el nombre sin consultar. Serk pasó a llamarse Serkan. Aunque no estaba muy seguro si seguir con el plan de Aini. Aún tenía las palabras de su madre en la cabeza. Si quería que su hermana le perdonara, tendría que darle lo que más quería y era la unión de la familia. Si iba por éste camino, iba en dirección contraria. Pero ya estaba trabajando en una reliquia sagrada que le ayudaría con ese fin. Así que alegre porque iba a conseguir lo que quería, aceptó seguir con los planes.
Finalmente, Aini, orgulloso y alegre porque todo estaba saliendo a la perfección, cambió el nombre se su nación de Same a Samán. Según su criterio éste nuevo nombre daba más miedo que el anterior.
Seguidamente convenció a todos los gobernantes de las naciones que crearan un ejército para defender su pueblo. Tan sólo faltó esa chispa y ese empujón para que todo se pusieran en movimiento.
Seguido del ejercito, hicieron banderas para diferenciarse de las naciones vecinas. Competían para ver quién daba más miedo y representaban mejor su nación. Junto con las banderas, se crearon armas, armaduras, cascos y espadas.
Entonces en ese momento, Aini que era el que más malicia tenía, creó dos ejércitos distintos en su nación. Los Lux, que eran los que estaban a favor de Yutai y no seguían en los caminos de la NADA y los Okotadi eran sus leales siervos. No importaban de qué lado estaban siempre defenderían su nación, dado que el sentimiento de pertenencia de dicho lugar era demasiado fuerte.
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Saga Dones: Catarsis (Tercer libro)
FantasyZoey y Zeth han fracasado la misión más importante. Aini ha conseguido renacer. Adón se ha adueñado de la Tierra, haciendo que ésta sea digna de una película Apocalíptica. Miles de Zombis acampan por su calles libres y dirigidos por el jefe de la OD...