Dalila/Kiara
Miraba con admiración al hombre que había aparecido delante de mí. Hacía apenas unos minutos, era un tiburón, el cuál, me había salvado del Kraken. Tenía una forma física muy dejada. Su barba era muy poblaba y larga, casi le llegaba al pecho. Parecía bastante viejo, pero me dio la sensación que era por su dejadez.
—Has desafiado al Kraken — dijo con una voz áspera.
—Tenía un propósito — dije cogiendo la corona.
El hombre me miró con desconfianza.
—¿Qué quieres hacer con esto? —preguntó señalándola.
—Salvar Naélium y la tierra. Aini y Adón quiere gobernarla, para que reine la oscuridad.
Éste asintió.
—¿Quién es Adón?
—Mmmm ... aquí creo que se hacía llamar Noda.
Su cara reflejaba confusión.
—Amigo de Esmeralda.
Seguía sin reaccionar.
—El alma gemela del Rey Charles.
Ahora sí que reaccionó.
—Charles estaba casado con la princesa de Nebai.
Asentí, a la misma vez que Rocks se posaba en mi hombro. Extendí mis alas y suspiré de placer al notarlas de nuevo. Ahora volvía a ser yo misma, sólo me faltaba mis armas.
—¿Dónde están? — preguntó de pronto quitando mi momento íntimo.
—Charles y Navit murieron en la guerra de los dos bandos. Los Curasangres y Samaelitas entraron al castillo — dije atando la barca. No tenía intención de volver con ella. Ahora me iría volando.
Noté como el hombre cayó de rodillas y comenzó a llorar fuertemente. No entendía porqué se ponía así. Tampoco entendía porqué estaba despierto. La mayoría de personas estaban congelas ¿Él ha estado, siglos y siglos en forma de tiburón? Si es así ¿estará enterado de esto?
Miré alrededor y supe que no tenía nada. Estaba sólo y sentí compasión por él. Decidí llevármelo, al menos estaría acompañado.
—Vente conmigo — dije tajante — te llevaré a Kiau. Kaliska nos ayudará a salvar este mundo.
Él negó con la cabeza, llorando.
—Mi hija, ha muerto — creo que dijo, porque casi no se le entendía — no tengo motivos para seguir viviendo.
Intenté atar cabos. Rocks fue más rápido y me interrumpió.
—¿Eres el Rey de Nebai? ¿El padre de Navit?
Él asintió. Entonces me postré en señal de respeto.
—Siento mucho su pérdida — dije en susurros — No puedo imaginar el dolor de perder una hija, pero aún puede salvar a su pueblo. En la tierra, viven Camaleónicos y sus guardianes. Están en peligro y necesitan un rey que los gobierne.
ESTÁS LEYENDO
Saga Dones: Catarsis (Tercer libro)
FantasyZoey y Zeth han fracasado la misión más importante. Aini ha conseguido renacer. Adón se ha adueñado de la Tierra, haciendo que ésta sea digna de una película Apocalíptica. Miles de Zombis acampan por su calles libres y dirigidos por el jefe de la OD...