Kiara
Los chillidos de Esmeralda hacían que me tronase la cabeza. Su desesperación y preocupación por el nacimiento de su hijo era palpable. Se había puesto de parto de un momento a otro, justo cuando Kaliska había salido a hacer algo que no había querido decirme. Maldije por mis adentro a esa Sabia sabelotodo.
"Si todo lo sabes, ¿Cómo no has visto llegar el nacimiento de la criatura?" — pensé indignada.
—No estoy preparada para ser madre — dijo con esfuerzo mi amiga — no me ha dado tiempo a hacerme a la idea ¡No puedo!
—¡Si puedes! — le contesté mientras le daba la mano — eres fuerte, amable, dulce y tienes grandes poderes. Tienes todo lo necesario para cuidar a un bebé.
Ella chilló por un momento y volvió a hiperventilar. Cuando dejó de sentir el dolor siguió hablando.
—¿Cómo sabré hacerlo bien? ¿Cómo es ser madre?
Negué con la cabeza, no sabía su respuesta.
—Creo que es instinto — dije con la mirada perdida — cuando ves que una persona diminuta depende de tus decisiones, de tu amor, de tu sacrificio...
Esmeralda me observó con extrañeza, yo le sonreí en forma de respuesta.
—Créeme, sabrás hacerlo. Yo te ayudaré, las dos le cuidaremos y le enseñaremos a luchar con la espada — dije sonriendo — le enseñaré a volar.
Esto último no lo decía de forma literal, dado que no tendría alas. Me refería a volar, a ser libre a tomar sus propias decisiones, a que no tendrá que luchar para ser aceptado, porque será un niño muy amado. Tres mujeres estarán locas de amor por él y les enseñaría lo mejor de cada nación.
Miré con preocupación a mi amiga. No paraba de gritar y de respirar muy rápido. Sin dudas el niño empujaba para salir. Quería salir de su encierro. Toda ésta situación me hizo recordar a mi infancia. Mientras cargaba a Esmeralda en brazos y la llevaba a la casa, mi mente no pudo evitar viajar años atrás y revivir mis recuerdos.
Flashback
—Kiara es un monstruo — dijo judas.
—¡No es verdad! Ella es mi amiga — dijo Makai
—No es una Lux, ni tampoco un okotadi — explicó Keanu
—Por eso, es un monstruo — concluyó Judas.
—Soy Kiara — dije llorando — soy igual como vosotros ¿Qué tengo que hacer para que me dejéis formar parte de vuestro grupo?
Todos los días pasaba lo mismo. En las clases de canto, mis "amigos" se burlaban de mí porque mi padre no era un Samaelita. Se reían porque escondía las plantas de ordre en mi mochila. Me hubillaban porque no cantaba bien como los Lux, pero tampoco tenía una conexión a la oscuridad como los Okotadi. Nada se me daba bien como un Samaelita, parecía que había nacido en la nación equivocada. Por ese motivo no podía adaptarme con mis amigos, con el pueblo, con la nación. Siempre busqué la aprobación de todo el mundo, menos de mis padres que me amaban por cómo era.
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Saga Dones: Catarsis (Tercer libro)
FantasiaZoey y Zeth han fracasado la misión más importante. Aini ha conseguido renacer. Adón se ha adueñado de la Tierra, haciendo que ésta sea digna de una película Apocalíptica. Miles de Zombis acampan por su calles libres y dirigidos por el jefe de la OD...