Entre Llamas Internas ✔1

|Capítulo 27: "Dramas Innecesarios"|

Dimitrio Sarris.

Maldito hijo de puta.

— Dimitrio —  su suave voz me entraba por un oido y me salía por el otro porque mi maldito enojo era evidente — Mírame — exigió mientras mi mandíbula se tensaba ante el contacto su mano. No la miré — No debiste golpearlo —

— Te estaba coqueteando en mi cara con sus palabras de fanatico Cristiano. De seguro le rompió la vagina a muchas mujeres y quiere conquistar a la mía siendo un puto caballero.

— Dimitrio, solo cálmate, estar armando un drama innecesario — respondió detras de mí mientras mis manos se aferraban a la ventana de la suite.

— ¿¡Drama innecesario!? ¡Estaba viendo como te observaba, esos malditos ojos te miraban de una forma lujuriosa y llena de tanta maldad, — estaba mas que furioso — Se merece estar muerto por atreverse a mirarte de es esa forma! —

Su cuerpo se giro suavemente quedando a mi lado, ese rico perfume y el olor a jabón de baño inundaba mis fosas nasales. Su mano acarició mi brazo por encima de la tela de la camisa.

— No hables así de la muerte como si fuera algo normal, quitarle la vida a una persona no es cualquier cosa Dimitrio — su voz se puso seria y gire mi cuerpo para verla — Además es tu culpa que eso sucediera, tus increíblemente manos no dejaban de tocarme y llamaba la atención, era algo así como porno público — fruncí mi ceño.

— Gracias por ayudarme Stella — estaba enfrente de mi, sus ojos deslumbraban al verme y una pequeña sonrisa dibujó sus labios.

— No te ayudo, creo que te mereces este pleito porque tu lo ganaste — reprochó — no me trates como un objeto Dimitrio, no puedes reclarmarme porque ambos sabemos que esto es solo sexo — su advertencia quemaba mi piel. ¿Sexo? ¿Estas segura que es solo sexo Stella?

— Joder Stella, ¿Crees que te traje solo para tener sexo? — negué frenéticamente pegándola a mi cuerpo.

— ¡Es lo que me demuestras! — exclamó jadeante ascendiendo sus manos a mi torso — Solo te la pasas buscándome cuando quieres follar, intentas comprarme con lujos —

— ¡Eso es una jodida mentira Stella! — sonrió irónica.

— ¿Entonces porque siempre que quiero alejarme llegas a buscarme como si conocieras lo que pienso al respecto?

— ¡No necesito saber lo que quieres porque tu cuerpo me lo demuestra, te encanta que te coja duro Stella! — retrocedió unos pasos mientrls su rostro mostraba enojo.

— ¡Me encanta el sexo contigo! — grito furiosa — ¡Pero es eso Dimitrio, solo sexo! — respire profundo — ¿Por qué me trajiste a la fuerza para acá? ¿Para cogerme cada que te provoque? ¿¡De quien jodida mierda te escondes Dimitrio!? ¿¡Quien eres en realidad!? ¡Respóndeme! — No lo hice.

No iba responderle algo que no era su puto problema, que la tenga conmigo no significa que tenga derecho a decirle quien soy, ¿O sí? La mire, sus ojos confusos y el enojo que emanaban me hacían sentir una mierda mientras el rostro de mi hermano y sus palabras llegaban a mi mente. ¿Se merece saber la verdad?

— Eres un enigma Sarris, solo espero que tengas suficientes cojones para admitir la razón por la que me trajiste. Porque estoy arriesgando toda mi puta vida por alguien que ni siquiera sé si tiene familia — se dio media vuelta caminando en dirección a la segunda plata de la suite. Suspire con tediosidad.