Entre Llamas Internas ✔1

|Capítulo 35: "Explicaciones"|

Stella Rose

Miré a mi madre furiosa mientras ignoraba por completo su quejadera ante mi respuesta. Esta alterada y a la vez quiere decirme tantas cosas que quedaron en el aire porque simplemente la puerta del departamento se abrió haciendo que fijara mi vista en la persona que acaba de entrar.

— ¡Stella! — exclamó acercancandose a mí para darme un abrazo rápido y fuerte — Lamento interrumpir pero mierda estaba angustiada por ti — confesó mientras mi madre y yo frunciamos nuestro ceño confusas.

— ¿Como supiste que estaba aquí? — pregunté, ya que en ningún momento le respondí sus mensajes. Se sento en una de las banquetas de la isla para inclinarse sobre esta.

— Vi a Dimitrio en el club, y supe que ya habías regresado así que me vine corriendo a verte — mamá bufó con enojo cuando Amy pronunció el nombre de Dimitrio — ¿Por que el ambiente se siente tan tenso? — rodeé los ojos al ver a mi madre prepararse.

— ¡Pues resulta que mi hija se acuesta con un hombre que a parte de que la secuestró ella ni siquiera conoce! — suspiré tediosa en busca de una botella de vino, no pienso soportar a mi madre sin una gota de alcohol en mi organismo.

— Mamá, nadie lo conoce, acepta que es solo un hombre más — comente cansada viendo su mueca de enojo.

— ¡Entiende tú que ese es un pene más y ve a cogerte a otro hombre! — Oh por Dios Agatha Rose — Amy, ¿tú sabes quien es ese hombre? — Amy me miro y luego a mi madre sonriente.

— Señora Rose, la verdad es que solo sé los rumores — le ofrecí una copa de vino la cual se llevó a sus labios — un hombre importante que nadie conoce — mi madre me miró victoriosa.

— ¡Ja, más razones para alejarte de él! — le entregué su copa de vino mirándola con enojo.

— Tengo veintiséis años mamá ya deja de discutir por favor — espete seria llevandome la botella y una copa en dirección a mi habitación — ¡Y con todo respeto no voy a dejar de cogermelo porque su pene es increíblemente bueno! — grité en el pasillo.

— ¡Stella yo solo trato de cuidarte cariño! — di un portazo dirigiéndome hacia el alfeizar para sentarme a ver el panoraba que me ofrece la hermosa isla griega sumida en la oscuridad de la noche.

Me parece algo estúpido que mi madre no entienda que a mi edad no puede prohibirme ni exigirme nada. Si yo quiero hundirme en el lodo que sea porque es mi decisión querer hacerlo, serví la copa de vino dejando la botella en el suelo mientras veía a Amy acercándose con una sonrisa hacia sentarse enfrente de mí sacando una caja de cigarrillos.

— Quiero que me cuentes todo — ordenó sonriente a lo que solo rodeé los ojos — Vamos Stella, desapareciste y no sabes lo que me costó decirle a Mellea que tu madre estaba grave y tuviste que pedir unos días para ella — fruncí mi ceño confusa.

— Tampoco es que fue un paseo romántico, sucedieron muchas cosas — le comenté lo que pasó e incluso me arme de valor para decirle lo que le habían exigido a Dimitrio alejarse de mí y sobre todo los nudillos rotos — lo peor del caso es que recibí amenazas por él mismo —

Nunca me había creído capaz de confesarlo todo mis problemas a otra chica y me deja totalmente asombrada la forma normal con la que converso con Amy. Me extendió el cigarrillo y lo acepté dando la primera calada en silencio.