Entre Llamas Internas ✔1

|Capítulo 59: "Nipcia"|

Reproducir cancion en la parte que tu y yo estamos esperando, ya sabes lo que me refiero🥰

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Dimitrio Sarris.

Quito el seguro de la glock y suelto un disparo al frente viendo la sangre adornar el pecho del hombre frente a mí. Respiro profundo sintiendo el sudor en mi frente mientras noto que el alrededor se vuelve una completa masacre, relamo mis labios secos en busca de aquella cabellera oscura que me atormenta a cada segundo y al no encontrarla maldigo.

— ¡Δεκάρα! — suelto viendo a el complot de imbéciles que van a pagar por lo que estan haciendo.

Camino con rapidez cuando coloco el audífono encendiendolo mientras me escondo detrás de una mesa amplia escuchando al imbécil tararear mi nombre haciendo que mi enojo aumente de diez a un millón en cuestión de segundos.

— Aquí al control 021 — me comenta al audífono.

— Dame un contexto rápido del perímetro y su ubicación — escucho las teclas de fondo y veo por encima de la mesa posicionando el arma para dejar una ráfaga que va directo a su pecho.

— El perímetro está cubierto de todos los miembros de la Nipcia, las entradas principales estan abarroradas y se les va a ser imposible salir por allí, añado más hombres se encuentran en camino por lo que los van a joder en menos de media hora. Y ella está a unos metros en la barra, pero no esta sola — me responde y me levanto lanzando balas al azar en la dirección de varios hombres.

— ¿Algo relevante que quieras aportar? — inquiero cuando veo que más hombres se acercan y me escondo detrás de una pared de concreto colocando el cargador del arma.

— Hay una manera de salir ya que por el mar es imposible... los aseos tienen ventanas que dan hacia la carretera. Un auto va en camino para allá. Solo tienes diez minutos antes de que los refuerzos lleguen — Dejo la señal encendida y me encamino descargando arma en las personas que encuentro.

— Lo haré a mi manera — anuncio cuando veo que no encuentro ninguna solución y me estan jodiendo.

Me escabullo en silencio sintiendo un escalofrío erizarme la piel de la nuca mientras veo la barra a unos metros de mí y a cuatro hombres en ella. Visualizo mi alrededor notando que aunque hay varios hombres exparsidos debo arriesgarme a darlo todo sabiendo que puedo morir en el trayecto. Trago saliva y empuño el arma de mi cinturón y apunto en ambas direcciones dando un balazo certezo a cada uno de los hombres que estan rodeandome. Juro que voy a matar al malnacido que piensa que va a joderme. Veo que más hombres se acercan y mi respiración se agita cuando veo a Stella en la barras inmovilizada por un hombre con tatuajes en el rostro mientras su compañero la toquetea. La veo forcejar, se remueve e intenta golpear pero se le es imposible, se fija en mí y me hace una seña con su cabeza a lo que no pierdo el tiempo.

— ¿Qué dice su amo sobre esto? —el cabecilla que comanda el equipo por ordenes del Nipcia.

Manipulación.

— Mi amo esta de acuerdo con tu muerte — me responde apuntándome con su arma y sonrío ladino resistiéndome a no matar al hombre al que le pasa la mano por el abdomen.

— ¿Y tú estas de acuerdo con morir? — me sonríe victorioso viendo a tres hombres rodearme mientras juego con el arma en mis manos — porque tienes algo que es mío, y sabes de lo que soy capaz de hacer —

— El Nipcia quiere venganza por la muerte de su hermano. Que mejor que llevarle tu cabeza envuelta en tu dinero sucio y a la mujer que te coges sabiendo que tu padre quiere matarla — mi mirada va hacia los ojos claros que me atormenta cada día.