_:: Corazones rotos pero unidos::_

__________ ..::Capitulo 21::.. __________

Mientras los demás observaban la escena con una combinación de miedo y asombro, los dos hermanos calavera se acercaron al árbol. Tocaron con sus manitas la madera, incluso le dieron unos golpecitos, acercando su cabeza a la corteza tratando de escuchar algo en el interior.

De manera brusca y sin aviso, las raíces del árbol se levantaron de la tierra, casi haciendo que finando cayera de espaldas al piso, siendo detenido a tiempo por su hermana. Don andrés se acercó corriendo para tomar en brazos a los dos niños calavera y alejarlos de ahí antes que las raíces los aplastara.

Esto fue la menor sorpresa de lo que ya habían visto hasta el momento. La raíz, había dejado un gran hueco en la tierra, descubriendo que abajo el árbol habia varias lapidas de diferentes formas, eras y materiales. La mayoría se veían desgastadas, incluso los nombres que estaban grabados en ellas, apenas eran perceptibles a la vista.

Eran un total de siete, la más reciente, de la cual apenas se notaban unas cuantas letras y números desde donde estaban, fue la que más llamo la atención del grupo.

- En que pozo del averno nos fuimos a meter, ... -. Dijo don andrés sin despegar los ojos de la tumba.

- Ni idea don andrés, ... Pero ahorita lo vamos a averiguar. -. Dijo xóchitl con la intención de bajar a ver que había ahí. No pudo dar ni dos pasos, ya que súbitamente fue detenida por el alebrije.

- Yo bajo, tu quédate aquí a cuidarnos la espalda por cualquier cosa. -. Le dijo el alebrije.

- Yo también voy mano. A ver qué tan cara nos sale la cuenta, ... -. Exclamo evaristo.

Tras decir esto, los dos seres místicos bajaron a la zanja, apoyándose entre ellos dos para no caer de sentón, apenas iluminándose con la luz de una lámpara de aceite.

No estaba tan profundo como pensaron, apenas unos 2 metros de profundidad, por la oscuridad de la zanja, imaginaron que quizás sería un lugar más profundo, pero fuera de eso, se sentían más seguros al haber tocado el piso.

Al mirar mejor a su alrededor, notaron que efectivamente se trataban de unas lapidas, apenas podían leer lo que decían, pero era evidente que habían estado ahí por muchas décadas.

- No entiendo, ... ¿Esta en inglés o qué? -. Pregunto evaristo, rascándose la cabeza.

El alebrije miraba con cuidado las lapidas y releía el grabado una y otra vez, tratando de descifrar lo que decían.

- Algunas de ellas están en latín, las demás parecen estar en lenguas muertas. En si son epitafios y fechas de muerte. -.

- ¿Y qué?, ¿Puedes traducirlas? -. Grito teodora desde arriba. – Porque de una vez les aviso, que no tenemos diccionario aquí. -.

- Necesitare tiempo. Aquí no puedo hacerlo. -. Le contesto el alebrije. – Evaristo, Tu estas en esa onda de lo ancestral, ¿Tu identificas algo de la simbología? -. Pregunto el alebrije a su amigo.

- La primera lapida tiene origen prehispánico eso sí, pero no identifico la cultura. Fuera de eso, también son fechas y unos nombres. -. Comento evaristo, mientras buscaba algo en su moral.-. Pero primero necesito averiguar por ahí una o dos cositas, ... -. Del morral, evaristo saco un carboncillo y unas hojas de papel, para luego con los mismos calcar sobre las superficies de la piedra lo que estaba grabado. -. ¿Crees que con esto la armemos? -. Pregunto evaristo orgullo, mientras mostraba la hoja, con el texto perfectamente grabado.

- ¡No mas no conquistas el mundo por que no quieres, mijo! -. Felicito el alebrije a su amigo, mientras tomaba un pedazo de carbón y otro papel para ayudarlo a calcar y así salir lo más rápido que pudieran de ahí.