_:: Corazones rotos pero unidos::_

___________ ..::Capitulo 8::.. ____________

La tarde pasó lenta y en silencio. Leo había salido de su guarida a "trabajar" como siempre, dejando a sus empleados encargarse de las labores.

Y como siempre, de resendo ni sus luces, después del golpe tan fuerte en su cara, no estaba de humor para ver a nadie, menos a chuy. Eran más o menos las 8:30 de la noche cuando los siete amigos se encontraban jugando cartas un rato, incluyendo chuy, quien tenía una racha de suerte esa noche, pese a lo que apostaban eran dulces, juguetes o cosas pequeñas como cepillos, aretes y cosas que pudieran servirles.

- Paso, ... -. Dijo don Andrés.

- Y yo también, ... -. Le siguió el alebrije.

- Ni maíz, paloma, ... -. Exclamo Evaristo.

Seguido de chuy, y las dos calaveritas que dejaron sus cartas en la mesa bocabajo.

- ¡¿Porque siempre que tengo una buena mano, todo mundo se retira?! -. Grito molesta, Teodora.

- Porque cada vez que tienes buenas cartas, finges no tenerlas y así nos avisas para no apostar, ... -. Se rió don Andrés.

- ¡Ay!, ¡Ya me cansé de este juego! -. Teodora, lanzo sus cartas al aire, para luego cruzarse de brazos y sentarse en la silla molesta.

- No te apures, si quieres jugamos a la lotería. -. Sugirió el alebrije, mostrando las tarjetas.

- ¡Ah no!, porque SIEMPRE que jugamos, pierdes hasta lo que no tienes. -. Le regaño Teodora, mientras le mostraba muchos papeles que decían: "pagare".

- ¡Ya te dije!, Nada más me alivio del dinero, y te lo pagare, ¡Te lo juro! -.

Mientras los demás charlaban, xóchitl permanecía callada, jugueteando con las cartas de su mano, perdida en sus pensamientos, ajena a lo que sus amigos decían. Lo que le paso con leo esa tarde la atormento, y mucho. Aunque no debía, no tenía ningún sentimiento de afecto hacia él, o almenos eso se decía.

- Xóchitl, ... xóchitl, X-O-C-H-I-T-L, ... -.

Un leve toque en el hombro de la muchacha la hizo volver en sí. Al voltear, miro al alebrije, quien la llamaba una otra vez.

- ¿Todo bien niña?, se acabó el juego. ¿O qué?, ¿tenías buenas cartas? -.

- Perdón chicos, me perdí un momento, ... ¿A-ahora que jugamos? -. Xóchitl les regalo una sonrisa, para luego dejar sus cartas bocabajo en la mesa.

- ¡Pues yo digo que matatena!, No es por nada, pero me conocían como "el rey del barrio" cuando era más chavito, por lo bueno que era en esto., ... - Evaristo boto un par de veces la pelota de caucho sobre la mesa, cuando por error esta reboto fuera de su alcance para chocar contra las calaveritas, entrando en uno de los ojos de finando.

Moribunda se acercó a él y lo agito un poco para sacar la pelota del cráneo de su hermano. Al no ver resultado, le dio un fuerte zape, haciendo que la pelota saliera por su boca, rebotando en la mesa para terminar, chocando en la cara de Evaristo.

Este se froto la cara, intentando aliviar el golpe, mientras los demás se aguantaban la risa.

- ¿E-estas bien?, ¿Te lastimaste? -. Xóchitl se le acercó y le reviso un poco la herida, no era nada grave por suerte, un simple golpe. – Estarás bien, no parece serio, aun así, te pondré algo para que no te salga un chipote. –.

- Agradece que tienes la cabeza dura. Sino, ahí si te va como en feria ¿eh? - . Le dijo Teodora, frotándose el estómago de tanta risa que le dio.

- Ha, ha, ha, ... Que chistosita. Con amigas así, para que quiere uno enemigas, ... -. Rio con sarcasmo Evaristo, mientras se cruzaba de brazos.

- No le hagas caso, solo está jugando, ya la conoces. – Le dijo don Andrés, intentando no hacerlo enoja más.