34. Declaración de guerra

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Una nueva luz: Capítulo 34: Declaración de guerra

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Una nueva luz: Capítulo 34: Declaración de guerra

"Sí, es solo que no sé por qué estamos haciendo lo mismo que ellos nos hicieron... esto ¿nos convierte en los demonios de los que tanto hablan?"

Después de oír aquel estruendo y confirmar que Eren ya se había transformado en titán. Salimos disparados todos por las ventanas de aquellos edificios lejos de la congregación de la gente... que estaría muriendo en este preciso momento. Yo no he perdido a nadie a manos de los titanes, pero he vivido ya cuatro años luchando eso... ¿qué no simplemente podían dejar de odiar a los de Paradis? ¿Cuál es su problema?

Nosotros íbamos en dirección contraria a la gente que escapaba, mientras saltábamos de techo en techo podía ver la destrucción de la plaza central y la del edificio en el que Eren se había transformado. Mi trabajo, cómo siempre, era curar a los heridos y asegurarme de que el loco plan que se le había ocurrido a Armin funcionara. Pareciera que el espíritu de apuestas y planes muy arriesgados de Erwin lo hubieran poseído.

-¡Mikasa adelántate para ayudar a Eren, yo iré a ocuparme de ese hombre mono! ¡Los demás, actúen de acuerdo al plan!-ordenó Levi antes de irse de ahí directo a la plaza central, dónde tarde o temprano aparecería Zeke Jaeger. Mientras los dos Ackerman salían de aquella escena, los demás nos dispersamos por todo el lugar, con tan solo un escuadrón de la Legión la operación hubiera sido exitosa, pero los Marleyanos sabían que estábamos ahí por lo que las cosas cambiaron.

-¡Rose! ¡Tu ve hacia aquella torre!-exclamó Sasha dándome una linterna, traía un rifle en la espalda y aunque no lo necesitaba, me obligaron a llevarlo. Suspiré, asintiendo y esbozando una sonrisa. 

Rápidamente me dirigí hacia los puntos en los que debía poner aquellas luces. Sin pensarlo mucho,  ponía las luces que se me fueron asignadas. Examinaba la ciudad de Liberio, mientras iba por ahí, me paré pálida. Bajé por un momento al área del público en aquel teatro precariamente montado. Bajo una roca estaba aplastado el cuerpo de Zofia, estaba segura de que era ella pues el uniforme de uno de los guerreros de Marley y su cabello platinado sobresalían alrededor de la roca.

-¡Rose! ¿Qué demonios haces?-una voz conocida me sacó de mis horrorizados pensamientos... habíamos matado a aquella inocente chica, ella no había hecho nada-¡Rose!-Mikasa me recogió y me llevó hacia un edificio, antes de dirigirme una mirada preocupada y partir para asistir a Eren en batalla.

Alguien me jaló hacia el interior de la casa, caí en la dura madera de aquel edificio. Antes de que me pudiera dar cuenta Naruto, Sasuke y Gaara estaban ahí conmigo. 

-¡Rose! ¿Estás bien?-preguntó Naruto abrazándome, por una vez en mi vida Sasuke no me lanzó miradas asesinas, llevaba su usual expresión de emo vengador. 

-Sí, estoy bien es solo que...-fui interrumpida a mitad de oración por Sasuke. 

-Rose, esto es una declaración de guerra-dijo Sasuke-Eren decidió declara esto en el momento en el que decidió desaparecer de entre las filas de la Legión, no hay nada que puedas hacer... a menos que quieras revelarte contra ellos-dijo-pero ambos sabemos que tu no puedes hacer algo así-suspiró el emo vengador-estamos en guerra de nuevo, así que debemos cumplir con tu deber, ya sean que se interpongan conocidos, mujeres o niños-dijo, aquello me despertó por completo. Sasuke tenía razón, estábamos haciendo esto por nuestros compañeros... por que Eren decidió declarar a Marley la guerra. 

-¡Sasuke... ¿por qué...-iba a empezar Naruto a protestar pero lo detuve con una triste sonrisa.

-No, está bien... él tiene razón, esto es el inicio de una nueva guerra-suspiré, pensé que ya me había librado de guerras por el resto de mi vida, pero parece no ser así. Gaara nos veía a los lejos, pues cuidaba la ventana. Pues los soldados de Marley estaban disparando a los de Paradis con rifles. 

La señal de que la retirada se acercaba sería cuándo viéramos las transformación de Armin en el titán colosal a lo lejos. Me incorporé y me acerqué a la ventana, para ver cómo se iba desarrollando la pelea "titánica" Pues al parecer Eren iba perdiendo contra el titán Martillo de Guerra, pero todos sabemos que eso no es posible por que el es el protagonista y no se ha terminado la serie... DIGO, IGNOREN LA TONTERÍA QUE ACABO DE PENSAR :v DIGO QUE EREN ES MUY FUERTE Y POR ESO NO PERDERÁ.

-¿Estás bien?-preguntó Gaara mientras, al igual que yo, observaba con atención la pelea. Pronto el titán mandíbula se incorporó a la pelea. Galliard, el guerrero poseedor del titán mandíbula que alguna vez perteneció a nuestra compañero Ymir. 

-Sí, es solo que no sé por qué estamos haciendo lo mismo que ellos nos hicieron... esto ¿nos convierte en los demonios de los que tanto hablan?-pregunté preparando mi equipo de nuevo, pues debía partir en busca de heridos.

-No sé, solo sé que estamos peleando por nuestros compañeros y por su libertad-respondió Gaara dedicándome una pequeña sonrisa. Asentí agradecida con aquellas palabras de mis amigos, con una nueva mentalidad, no me enfoqué en las muertes... aunque era algo inevitable. Mientras tanto escaneaba la ciudad mientras el aire silbaba en mis oídos. 

Me concentré en "salvar", salvar a mis compañeros. Salvar a todos los soldados que pudiera, para que ellos pudieran regresar con sus familias. En una de las calles encontré a un soldado de la Legión tirado. Me acerqué a él. 

-Por favor, trata de tranquilizarte... curaré tu herida inmediatamente-instruí con voz calmada. De mis manos una luz color esmeralda empezó a salir. Usando mi ninjutsu, canalizando una gran cantidad de chakra para que la herida sanara lo más rápidamente-¡Listo! Por favor no te presiones, tu herida esta completamente curada pero necesitas descanso... refúgiate en uno de los edificios-le indiqué al soldado. Me incorporé mirando a mi alrededor, pero una voz me paralizó.

-¡Amaya-san! ¿Es usted?-era la voz de Colt, estaba segura-¡Por favor! ¡Ningún médico quiere atender a Udo, usted puede curarlo! Por favor...-suplicaba con desesperación, repentinamente su voz se fue apagando, me di la vuelta para ver a Colt con la boca abierta. 

-Yo... no sé quién es Amaya-dije, aquello me costó trabajo al ver el cuerpo inanimado de Udo. No tuve el valor para matar a aquellos tres, pues Colt traía a Gabi con ellos dos, así que sin articular palabra alguna me fui de ahí sin más.

-¡Es usted! ¿verdad? ¡Sé que usted es Amaya-san! Por favor, se lo estoy rogando... aunque sea del bando enemigo-rogaba, mientras yo salía de ahí sin atreverme a mirar atrás. Sabía que Gabi debía de estar furiosa, Colt debía estar devastado y decepcionado al dejar morir a Udo. Sin embargo, ya no había vuelta atrás, desde que aparecí aquí y me uní a la Legión... no ha habido vuelta a atrás.


Una nueva luz (SNK/AOT x Naruto Shippuden x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora