59. Retumbar

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Una nueva luz: Capítulo 59: Retumbar

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Una nueva luz: Capítulo 59: Retumbar

-Nuestra ruta fue decidida por Magath y por mí-decía Kiyomi Azumabito mientras Mikasa y Rose detenían a Annie en medio de aquella masa semisólida. 

-No hay otra opción-sentenció Hange-san. 

-Lo siento Annie, pero salvar Liberio ya no es posible-se lamentó Rose ante Annie en shock al enterarse de la noticia. 

Annie se derrumbó en aquel mismo instante, derrotada y fatigada. 

-Entonces... ahora-hizo una dolorosa pausa-no tengo motivo alguno para estar aquí-susurró-renuncio-anunció ante todo el grupo que la observaba derrumbarse-Incluso si... me mantengo firme, la destrucción de Liberio y Marley es inevitable-murmuraba entre el silencio de todo el grupo.

-Magath lo sabía-intervino Sasha con una cara seria-pero él arriesgo su vida para salvarte, esto ya no es por Marley o por Liberio, es para salvar la vida de un montón de personas que no conocemos-señaló Sasha. 

-Él se los encargó-continuó Hange-san.

-Entonces... vuelvo a mi primera pregunta-respondió Annie-Si trato de matar a Eren... ¿pueden... solo quedarse quietos?-inquirió. Un silencio delatador lleno aquel extraño medio de transporte-Ahora... no quiero pelear... no quiero matarlo-hubo una pausa-ni pelear con ninguno de ustedes, ni con Eren-decía Annie derrumbada.

Rose P.O.V

¿En dónde si quiera empezó este desastre? ¿Cuándo la madre de Eren fue devorada? ¿Cuándo descubrió los poderes de su titán? ¿El día en el que nos dieron nuestras medallas de honor? No... ahora ni siquiera importa, incluso si fue decidido desde el comienzo, Eren quería esto. Todo... lo que ha sucedido. O tal vez no, nunca lo sabremos solo el propio Eren sabía lo que sucedía y lo que pasaba por su cabeza. 

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-Flota del mundo unido-decía un soldado en uno de los barcos de muchos que estaban en el mar dispuestos a hacer frente a la amenaza que se les venía encima-Tenemos los cañones más grandes del planeta-reportó el soldado. 

-Las esperanzas de la humanidad están en juego en este preciso momento y en nosotros-decía lo que probablemente era su superior-La gran flota no puede ser detenida, si no podemos para esto la humanidad dejará de existir-habló francamente el soldado-¡USEN LAS FUERZAS TERRESTRES!-ordenó. 

Frente a lo que eran miles de buques de guerra, flotas marinas y millones de soldados en tierra, se encontraba una horda de humo, vapor blanquecino cubría kilómetros del océano frente a la costa. 

La horda de disparos comenzó, así iniciando el primer ataque y resistencia de la humanidad frente a los titanes. Figuras gigantescas empezaron a caer de la nada a la inmensidad del océano. No obstante, los titanes que habían caído no eran nada comparado con los titanes de más de 50 metros de altura que se venían. Incontables figuras de titanes se hicieron visibles. 

Eran más de lo que alguien de la Legión podría matar en sus vidas enteras. Aquellas armas de la humanidad se veían insignificantes ante el abrumador poder, tamaño y número de creaturas desconocidas que atacaban las costas. 

La determinación de los millones de soldados se esfumó en el aire, y de la nada todos los soldados empezaron a escapar de aquella costa. Se oían gritos agonizantes y la muchedumbre de soldados que corrían por sus vidas. 

A lo lejos se podía apreciar un titán inmenso. Más inmenso que ningún titán que el ojo humano hubiera presenciado. Ante aquel titán los titanes colosales que atacaban a los soldados, a la humanidad entera parecían juguetes. 

"Eso debe ser el titán de ataque"

Ninguno de los soldados en pie podía dar crédito a lo que miraban. Desde el día en el que la madre de Eren Jaeger fue devorada frente a los jóvenes ojos de aquel demonio de Paradis, sin para ni una sola vez... él continuó avanzando. Tal y cómo los titanes destrozarían la humanidad entera. 

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-Mira, Halil-decía un pequeño niño-somos los únicos que saben de este escondite-aclaró el niño con una sonrisa en su cara-Juntaremos dinero hasta que esta bolsa esté llena, y entonces definitivamente encontraremos un buen lugar para vivir todos juntos-sentenció el niño. 

-Pero Ramzi-lo llamó un segundo chico-si seguimos robando de este modo, un día a ti también te cortarán la mano izquierda-señaló Halil desanimado-ya no deberías hacer cosas que pongan triste al abuelo-recomendó Halil. 

-Pero alguien debe hacerlo...-suspiró Ramzi-para que podamos salir de esas tiendas desgastadas-sentenció-no todos sobreviven el invierno, gente muere cada año-se entristeció el pequeño. 

-Sí-suspiró Halil-ya no quiero que eso pase-admitió. 

-Por eso, Halil-continuó Ramzi-si muero, por favor dale este dinero a todos-instruyó el mayor de los dos chicos.

-Ramzi...-Halil quedó sin habla. Después de un rato se percató de algo.-¡Escóndelo!-ordenó Halil al ver a la gente del pueblo salir despavorida. 

-¿Qué pasa?-inquirió Ramzi-¿Por qué...  la gente del pueblo está huyendo?-concluyó su duda Ramzi-¿Por qué... el suelo está temblando?-inquirió incorporándose. 

-Hay gritos...-observó Halil. 

Los dos niños se quedaron inmóviles al ver una gran cantidad de vapor blanco llenar la ciudad en la que vivían. 

-¡RAMZI!-gritaban las personas con las que vivían-¡Apresúrate!-gritaban desesperados. 

Todos los pueblerinos y habitantes de esa gran ciudad corrían por sus vidas. Aún cuándo los titanes no llegaban y les faltaba más de 100 kilómetros por recorrer para llegar a ellos, se veían inmensamente grandes. 

-¡CORRAN!-se escuchaba decir a los pueblerinos.

-¿Por qué los titanes están aquí?-gritaban cómo locos. 

-¡Huyan a lugares altos!-gritaban-¡A la montaña!-señaló uno. 

Sin embargo aquella pequeña vía de escape había sido rápidamente alcanzada por los pies de los titanes. 

Todos escapaban de aquellas creaturas sin importarles el otro, aventaban y creaban más caos del que ya había. Muchas personas morían a manos de los titanes dirigidos por Eren. 

-¡HALIL!-exclamó Ramzi al ver cómo el niño se quedaba paralizado viendo los inmensos pies de uno de los titanes. Ramzi jaló a Halil a la fuerza, huyendo lo que pudieran de aquellos titanes. Sin embargo antes de que los pisara un titán para morir una imagen fija estaba en la mente de uno de los pequeños.

"Cuándo supe que la humanidad  que vivía fuera de los muros era diferente a los libros de Armin... yo... estaba decepcionado"

Eren Jaeger decía aquello entre lágrimas. 

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Repentinamente me levanté con lágrimas en mis ojos. Acababa de presenciar cómo masacraban a lo humanidad en un sueño ¿qué rayos? Ahora lo recuerdo, aquellos dos niños los conocimos cuándo nos aventuramos en nuestro primer viaje al exterior. Tanta matanza... innecesaria. 

Estaba en el regazo de mi novio, después de lo de Annie, Levi me había obligado a descansar de nuevo. Antes de que pudiera decirle a Levi de que ya me encontraba bien, nos encontrábamos en la Coordenada de nuevo. 

Una nueva luz (SNK/AOT x Naruto Shippuden x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora