74. Una humillación

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Una nueva luz: Capítulo 74: Una humillación

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Una nueva luz: Capítulo 74: Una humillación

El destino de alguna forma debió de apiadarse de aquellos soldados que ya habían sufrido demasiado. Con ayuda de su hermano y Levi, Rose pudo acercarse a los demás, quiénes veían con atención lo que iba a pasar. 

-¡Reiner!-señaló Gabi junto a su tía. 

-Está bien...-susurró Jean atónito. 

-¡Miren, ahí!-exclamó Connie señalando al lugar dónde yacía el gigantesco cuerpo del titán acorazado. 

-¿En serio sigue vivo después de aquella explosión?-inquirió Sasha genuinamente sorprendida. 

-¡¿Qué demonios es esa cosa!?-exclamó uno de los eldianos refiriéndose a aquella cosa que Reiner, junto con Rose, trató de detener, para que no conectara con la cabeza de Eren. 

-No lo sé, pero es muy peligroso cómo para dejarlo vivir-señaló Sasuke mientras abrazaba a Naruto, en un momento de paz. Un momento.

Parecía que todo había acabado, pero al destino que tantas malas jugadas les había hecho sobrellevar a los soldados, no le pareció el momento idóneo. Mientras el titán colosal de Armin se dirigía hacia el fuerte para reunirse con sus compañeros, una explosión inmensa se vio atrás de Armin. 

"¿Qué debemos de hacer para derrotarte Eren?"

-Sabía que no morirías solo con eso, Eren-habló Jean con impotencia al ver, cómo si de una broma pesara se tratara, un titán colosal con la cabeza que habían decapitado en la cima. 

Parecía que Eren Jaeger no se daría por vencido tan fácil. 

-Esto es malo...-susurró Rose mientras conectaba los puntos-¡ALEJEN A EREN DE ESA COSA BRILLANTE!-gritó repentinamente, llena de desesperación. Ella había quedado prácticamente inútil, lo que significaba que no podría ayudar a sus compañeros más haya de lo que podría una persona normal-¡No sabemos que podría pasar, podría reiniciarse el retumbar...-exclamó la chica de cabellos rubios. 

-Entonces todo es culpa de él... ¡debemos matar al ciempiés!-anunció Hange con determinación. 

-Sobrevivió a la maldita explosión, ¿cómo se supone que lo matemos?-inquirió Levi, quién ayudaba a Rose a mantenerse estable-Debemos ir después, Eren... esta pesadilla no terminará hasta que él muera-acotó el experimentado soldado.

-Por qué... ¿por qué debe terminar todo esto así?-sollozaba Mikasa, quién era la que más sufría al ver a su amigo de aquella manera. El inmenso amor que le profesaba a Eren Jaeger la lastimaba profundamente, sin saber que hacer. 

Un inmenso humo blanquecino empezó a subir hacia el fuerte, nadie sabía lo que era. 

-Este humo... ¿qué es?-inquirió Naruto. 

-Viene de esa cosa brillante-señaló Gaara acercándose al borde del precipicio. Observando cómo aquella cosa parecida a una espina dorsal que brillaba emanaba aquel humo. 

-¿Está muerto?-preguntó Sasha. 

-No... no huele a titán muerto-contestó Mikasa. Repentinamente Connie se quedó paralizado, dándose cuenta de algo.

-¿No es esto lo mismo .... que en la aldea de Rakago?-comentó con un miedo desorbitante en su pecho. 

-¡Mikasa, Pieck, Naruto, Sasuke, Gaara... subamos a Falco! Tenemos que salir de aquí-ordenó Hange repentinamente. 

-De qué... demonios esta hablando-comentó Pieck paralizada. 

-Ellos-señaló a los cuatro ninjas que no eran del todo eldianos-los Ackerman y cambiantes son excepciones... deben saber a qué me refiero-dijo Levi. 

-No eso no es...-Gabi tartamudeó. 

-¡Corran!-gritó Rose captando la idea de su novio. 

Así los cuatro ninjas, Mikasa, Pieck, Levi, Rose, Sasuke, Naruto y Gaara se alejaban del fuerte en Falco. Lo que estaba a punto de pasar era inevitable. Rose vio con tristeza cómo dejaba atrás a Sasha, a Hange, a Connie, a Jean, a todos los eldianos. 

-Entonces... este es nuestro fin-susurró Connie. Los tres veían el horizonte, Sasha, Jean y Connie. Empezaron juntos... y morirían juntos. 

-Nos lo dejan a nosotros-susurró Sasha con una lágrima al borde de sus ojos. 

-Es el camino de la Legión-les recordó Jean.

-¿Recuerdan? Jean, Sasha... nuestra graduación-soltó Connie con una sonrisa en la cara. 

-Sí... Eren terminamos salvando el mundo... por ti-susurró Sasha viendo ante sus ojos el destino que les aguardaba. Y sin que ninguno de los eldianos sufriera dolor alguno, todos se convirtieron en titanes. 

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-¿Qué tipo de crueldad es esta?-susurró Rose, rompiendo en lágrimas. No podía aguantar aquel calvario, ya no más... ya había aguantado demasiado. Mientras veía cómo sus compañeros se convertían en titanes. 

Levi la envolvió en sus brazos, limpiando sus lágrimas. No decía nada, pues él mismo estaba destrozado. 

-¡NO ES JUSTO!-gritó Rose desesperada, no podía aceptar aquello. Ahora no podía aventarse y pelear, la matarían, pues ya no contaba con aquella habilidades que le permitían matar titanes cómo si fueran moscas. Aunque matar... en ese preciso instante no servía.

A lo lejos vieron cómo Reine, en el deplorable estado en el que estaba se situaba delante de aquel ciempiés que buscaba escapar para encontrar a su siguiente víctima. 

Mientras tanto, los dos titanes colosales, de Eren y Armin, se enzarzaron en una pelea. 

Connie, Jean, Gabi, Hange, Sasha... aquellas personas que no merecían aquello, vivirían dentro de un sueño eterno. No lo merecían, no lo merecían y sin embargo ahí estaban. 

Pieck, Anne, Reiner, Naruto, Sasuke y Gaara estaban deteniendo aquella cosa. Aquella cosa de origenes desconocidos trataba desesperadamente de escapar, había creado un ejército de titanes con la gente a la que amaban... ¿qué otra jugarreta les tenía el destino preparado? El destino se había burlado de ellos, los había humillado y destrozado

-Mikasa, prepárate-ordenó Levi-somos los únicos que podemos matar a Eren en este momento-sentenció. Mikasa estaba indispuesta, no podía... simplemente no podía. Ella simplemente deseaba regresar a casa... con Eren. 


Una nueva luz (SNK/AOT x Naruto Shippuden x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora