47. Una nueva guerra por pelear

270 36 4
                                    

Una nueva luz: Capítulo 47: Una nueva guerra por pelear

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una nueva luz: Capítulo 47: Una nueva guerra por pelear

"¿Pero que tonterías dices, Pieck? Amaya murió en el ataque sorpresa de los eldianos en Liberio, nunca se encontró su cuerpo, era una excelente médica, una gran perdida"

Mientras veía atónita cómo cientos de soldados eran masacrados por las pisadas de los titanes colosales, vi a lo lejos cómo mis compañeros y amigos de la Legión, se quedaban inmóviles. Las naves aéreas de Marley, se retiraban lo más rápido que podían. Los titanes solo avanzaban hacia adelante.

-Hange-san... ¡tenemos que hacer algo!-exclamé desesperadamente. Pero ella no me respondió-¡HANGE-SAN!-grité con desespero, pero ella no respondía. Me acerqué, un escalofrío recorrió mi espalda. Hange-san casi no respiraba, estaba completamente inmóvil. Sospeché que lo mismo les estaba pasando a los que estaban en los techos, pue no se habían movido ni un centímetro. 

La sacudí, pero esto na la hizo reaccionar. En su lugar, en el momento en el que hice contacto con ella, toda mi vista se nubló. Repentinamente una luz me cegó, era tan brillante y blanca. Me pregunto que sería aquello. 

Entonces caí en cuenta... era la Coordenada. Pero según esto, solo los eldianos era atraídos hacia el mismo punto, la misma coordenada. Yo no era eldiana... entonces, ¿qué estaba haciendo ahí?

-¿Rose?-oí una voz, me volteé para ver a Naruto, quién estaba todos los demás chicos de la Legión.

-¡Naruto!-exclamé feliz de verlo, al igual que Gaara y Sasuke. Después de abrazarlos vi a Levi, quién al parecer en aquel increíble plano, llamado la Coordenada, se encontraba en perfecto estado. 

-Rose... se supone que esto es la Coordenada, ¿qué hacen ustedes aquí?-preguntó igual de sorprendido que yo. 

-No sé, simplemente toqué...-no pude continuar pues una voz que resonaba por todo el lugar se oyó, pero no se oía de una forma normal. Pareciese que la voz estaba en mi propia cabeza, cómo si aquella voz se estuviera comunicando conmigo mentalmente.

-Es inútil-dijo aquella voz-yo lucharé por mi libertad, por que nací en este mundo soy libre-fue aquello que dijo la voz de... Eren. Repentinamente aquella conexión se deshizo, tan rápido cómo sucedió aquello cesó de un momento a otro. 

Cuándo abrí los ojos estábamos en un lugar completamente diferente al que pensé que estaba momentos antes de si quiera llegar a la coordenada gracias a Hange-san. Estábamos en las afueras de un bosque, del que no me acordaba. En frente de mi había dos soldados de Marley. 

Estaba el titán carreta y el capitán Magath, el mismo que me había dado órdenes mientras estaba de infiltrada en el ejército marleyano. Me paré en un estado de alerta, ví que Levi estaba sentado comiendo algo de las provisiones que habían sobrevivido al repentino ataque de los titanes por parte de Zeke. 

Pero si no me equivocaba, los titanes que formaban las murallas de toda la isla Paradis estaban en su camino a destruir el mundo entero. Finalmente, vi a Hange-san en frente de la carreta hablando con aquellos dos soldados marleyanos. Me tomó un tiempo reajustarme a mi nuevo entorno y constatar que Hange-san planeaba aliarse con los de Marley para derrotar a Eren. 

-Si no lo hacemos el mundo acabará en menos de cuatro días-iba diciendo Hange-san, con una sonrisa forzada y cansada en su cara. Me levanté con dificultad, supuse que aquel breve momento en la Coordenada me había dejado así. 

Repentinamente me vi yendo hacia donde estaba Hange-san. Levi me miraba sorprendido, al parecer había pasado un ben tiempo inconsciente. 

-La comandante de la Legión tiene razón-intervine en medio de su dificultosa conversación-ya sea marleyano, eldiano o cualquier otra persona en este planeta... no merece ser exterminado de esta manera-aquellas fueron las palabras que salieron de mis labios. El titán carreta pareció escandalizarse ante aquellas palabras.

"¿Doctora Amaya Stones?"

-¿Pero que tonterías dices, Pieck? Amaya murió en el ataque sorpresa de los eldianos en Liberio, nunca se encontró su cuerpo, era una excelente médica una gran perdida-dijo desconcertado el capitán Magath. 

-No, ella tiene razón General Magath-suspiré pesadamente, simultáneamente realicé aquella transformación, repentinamente mi apariencia era la misma que la de la Doctora Amaya Stones-Yo me infiltré en el ejercito Marleyano en busca de Eren Jaeger-aclaré, tanto el titán carreta cómo el capitán Magath, se veían algo sorprendidos ante el pequeño numerito que acababa de montar. 

"¿Por qué? ¿Por qué nos traicionaste así?"

-Lo siento, Pieck-san-dije, verdaderamente lo sentía-en aquel momento no veía otra salida para salvar a los "demonios" que ustedes querían aniquilar para salvar al mundo-dije con tristeza-Sin embargo, si no hacemos algo el mundo acabará y no tendremos hogar al que regresar-dije con determinación, deshaciendo aquella transformación-sé que no tengo derecho a decir esto, pero ustedes de verdad me importaban y no deseo que el mundo perezca por la seguridad de algunos otros, en algo tiene razón Eren Jaeger y es que todos somos libres desde el día que nacemos y en este momento tenemos que luchar por la libertad de otros-terminé aquel discurso. 

-¿Tenemos otra opción?-preguntó con cansancio el general Magath-sin ustedes que tienen el poder matar titanes, nosotros estamos perdidos-suspiró. 

"Amaya-san, esto no significa que estemos perdonándolos. Aún queda mucho por resolver entre Eldia y Marley"

-Entiendo, Pieck-san-respondí con alivio-y por favor llámame por mi nombre real... Rose Uzumaki-le pedí con una pequeña sonrisa en mi rostro. Tal vez después de todo quedara alguna esperanza.

Teníamos una nueva guerra por pelear, pero no era por nosotros era por los demás. Era por aquellos que estaban a punto de ser asesinados. Había gente inocente entre ellos y no podía permitir que aquellos que no habían tenido nada que ver con este problema que llevaba siglos, murieran.

Nos dirigimos con ayuda del titán carreta hacia Shiganshina dónde tenía la esperanza de que mis amigas siguieran. Me subí a la precaria carreta que habíamos hecho Hange y yo. Al lado de Levi, este me abrazó, pude sentir que un suspiro de alivio escapaba por sus labios. Me sentí algo mal por haberlo preocupado tanto. 

-Gracias Rose-dijo finalmente en un susurro para que nada más yo lo escuchara-eres alguien realmente increíble.-dijo dándome un beso.

-Gracias a ti, creo que sin ti hubiera perdido la fuerza y esperanza hace mucho tiempo-dije con una verdadera sonrisa en mi cara... hace mucho que no esbozaba una sonrisa genuina. 

Una nueva luz (SNK/AOT x Naruto Shippuden x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora