38. Nuevos "aliados"

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Una nueva luz: Capítulo 38: Nuevos "aliados"

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Una nueva luz: Capítulo 38: Nuevos "aliados"

"Zeke, aquella vez, cuándo pensaba que todo estaba perdido, él nos salvó. En ese momento supe que el poder de su titán era el poder que podía cambiar al mundo... era el poder de un dios"

-Qué pacífico lugar-señaló Yelena quién estaba sentado en frente de nosotros. 

-Ajá-gruñó Levi de malas. 

-Entonces... ¿qué es lo que los trajo hacia acá?-preguntó Hange con una sonrisa viéndolos.

-Quería ver a Eren... y a los demonios de la isla de los que tanto hablan-contestó Yelena dándole un sorbo a su té-aunque me encargaré de que no se les llame más cómo demonios-agregó al final con una sonrisa, aquella sonrisa transmitía todo menos tranquilidad... o al menos eso yo percibía. 

-Esa no es la única razón-señalé comiendo una de las galletas que había en la mesa. Yelena me miró con curiosidad, y después contestó.

-Estamos aquí por que queremos derrotar a Marley... y necesitamos su ayuda para hacerlo-sentenció Yelena observando la base que habíamos montado precariamente cerca del puerto. 

-Sí, pero ¿por qué meros Marleyanos quisieran ayudar a los demonios de la isla?-contradije, no me fiaba de aquella mujer, cada fibra de mi ser me decía que significaba peligro. 

-Zeke-soltó Yelena con una nota de admiración en su voz-aquella vez, cuándo pensaba que todo estaba perdido, él nos salvó-nos explicó Yelena con una sonrisa atontada y soñadora-en ese momento supe que el poder de su titán era el poder que podía cambiar al mundo... era el poder de un dios-explicó Yelena, no me daba buena espina pero no seguí insistiendo. 

-Y suponiendo que sus intenciones sean genuinas... ¿cómo nos ayudarán?-preguntó Levi viendo a Yelena y a su compañero: Onyankopon. 

Repentinamente Yelena puso un arma sobre la mesa, me puse alerta. Sin embargo, al no ver movimientos sospechosos me relajé un momento. 

-Estas son armas, todos los del ejército de Marley poseen este tipo de armas y si queremos ganar contra ellos tendremos que modernizar toda su tecnología-aclaró Yelena. 

Al final aceptamos aliarnos con aquellos tipos. Con el tiempo pudimos llevarnos bien, eran tipos agradables la única en la que desconfiaba en estos momentos era Yelena. Sin embargo, nunca di voz a aquellas inseguridades, pues Yelena no había hecho nada sospechoso hasta ahora. Los meses pasaron, así cómo nuestra alianza con aquellos voluntarios Marleyanos aumentaba el tiempo que nos sobraba decrecía a una velocidad alarmante.

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-¡Chicos!-llegó Hange a caballo, nosotros construíamos las vías de los trenes. Por que Eren se había ofrecido. 

-¿Qué pasa Hange?-exclamé cuándo vi llegar tanto a Levi como a Hange. 

-¡Tenemos buenas noticias!-anunció Hange con una enorme sonrisa... desearía haber sido capaz de proteger aquella sonrisa.-El puerto está terminado y pronto entablaremos nuestras primeras negociaciones-anunció.

-¿Con quién?-preguntó Jean quién había dado un buen estirón aquel tiempo.

-Los Azumabito, dicen que quieren negociar con nosotros-contestó Levi-¿Cómo es que se hacen cada vez más altos?-preguntó viendo a Connie, quién hace un año era más pequeño que el capitán Levi.

-¿Los Azumabito?-repitió Connie quién también se había acercado a oír. 

-¡Sip! Rose, ¿cómo van ustedes?-preguntó Hange volteándose a ver las vías.

-Bien, sólo que es muy cansado... y yo que pensaba que había terminado mi entrenamiento-dije devolviéndole la sonrisa.

-Sí este idiota tan solo no se hubiera ofrecido...-gruñó Jean mientras Eren pasaba por ahí. Eren lo ignoró por completo, o más bien el insulto. Siguió trabajando, cosa que frustró a Jean. 

-¡No importa! ¡Así podemos mejorar nuestra condición y resistencia, de veras!-exclamó Naruto optimista con una alegre sonrisa como siempre. Todos volvimos al trabajo, mientras Levi y Hange se iban a hacer más cosas, después de todo Hange ahora era la comandante de la Legión. 

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El sol se escondía pintando el cielo de hermosos tonos anaranjados y rosas. Nosotros volvíamos de un día arduo de trabajo hacia el cuartel de la Legión, estaba desesperada por echarme a dormir. 

-Me quedan pocos años con el titán antes de tener que heredarlo-comentó Eren de la nada. 

-¿Ah sí?-respondió Mikasa que aunque hacía un calor del demonio, no se quitaba su bufanda roja-Entonces yo heredaré el titán-sentenció Mikasa primero que nadie. Yo no podría heredar ningún titán por que no soy eldiana así que me quedé callada mientras todos se voluntariaban para heredar el titán de Eren. 

-¿Eh? No, Mikasa tu eres demasiado importante para la Legión, además yo soy el más adecuado para heredar el titán de Eren-contradijo Jean quién estaba al frente de Eren-Yo sé tomar decisiones rápidamente y no los dejaría tirados cómo él-argumentó Jean.

-Entonces tu no puedes heredar el titán-intervino Connie-estás destinado a ser líder, así que yo asumiré la responsabilidad-clamó Connie. 

-No, Connie los estúpidos no pueden tener bajo sus hombros tal responsabilidad-reprendió Sasha con una patata-Sé que todos ustedes me aman, pero yo asumiré ese gran deber y heredaré el titán de Eren-dijo y yo solté una carcajada ante lo que había dicho Sasha. 

-Sasha... te acabas de contradecir-dijo Connie a una Sasha sorprendida. 

-¿Eh? ¿Por qué?-preguntó algo alarmado. 

-Por que dijiste que los estúpidos no podían llevar esa responsabilidad, pero tu eres aún más estúpida que yo...-decía Connie viéndola con horror.

-¿Eh?-soltó Sasha.

-¿Qué?-regresó Connie. Sonreí al estar con amigos, desde que había aparecido aquí me había llevado muy bien con aquellos chicos, eran tan importantes como mis amigos en Konoha. Aunque una noticia que no me esperaba me destrozaría algunos días después de aquel momento conmovedor.

-Nadie de ustedes lo heredará-sentenció Eren-todos ustedes son las personas que más me importan, así que quiero que vivan largas vidas-declaró. Un silencio recorrió el vagón en el que estábamos. Y pude ver por el rabillo del ojo que Sasuke aunque agradecía por aquel comentario, abrazaba posesivamente a Naruto (nadie te va a quitar tu solecito así que tranquilo emo).

-¿Por qué estamos todos sonrojados?-preguntó Mikasa nerviosa viéndonos a cada uno. Me reí, cosa que aligeró la tensión.

-Es el calor, Mikasa hace un calor del demonio-dije entre risas ante la reacción de mis compañeros. 

Si tan solo las cosas hubieran sido así siempre, sin tener que preocuparnos por posibles ataques del país vecino. 

Una nueva luz (SNK/AOT x Naruto Shippuden x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora