Una nueva luz: Capítulo 64: Una pequeña esperanza
-Creo... creo que estaba en lo cierto-masculló Reiner una vez que regresamos a la realidad.
-Entonces... ¿se acabó?-inquirió Jean con voz temblorosa.
-Parece ser que no podemos negociar-reconoció Levi a mi lado- ¿Ahora qué?-dejó la pregunta al aire. Nadie de nosotros parecía saber que hacer a continuación, todos los que habíamos sido compañeros de Eren teníamos la pequeña esperanza en nuestros corazones de que Eren razonara.
Pero vaya que Eren nos mostró que estábamos completamente equivocados.
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Mientras el mundo poco a poco, minuto a minuto se acababa, lo único que podíamos hacer era esperar. Se oía un silencio tenso y la sombría carga que nos acechaba, el destino del mundo estaba en nuestras manos. Una carga que no éramos capaz de ver, pero podíamos sentirla.
Nadie se atrevía a pronunciar palabra, se oía el débil ruido de las hélices y el motor. Me volteé para asomarme por una de las ventanas del hidroavión, para ver sí ya estábamos cerca o llegando. Afortunadamente, si ver a cientos de titanes es algo bueno, pude ver al titán fundador.
Por fin habíamos llegado, por fin esto estaba a punto de acabar, por fin podríamos zanjar esto.
-¡MIERDA !La máquina está casi muerta-gritó Onyankopon desde adelante.
-¡DEBEMOS SALTAR!-ordenó Armin.
-¡Onyankopon de prisa!-ordenó Hange-san metiendo orden para poder saltar.
-Aún no, ¡Debemos llegar arriba del titán fundador!-contradijo Onyankopon-Entonces intentaré un aterrizaje forzoso, entonces intenten saltar-nos dijo.
-¡Onyankopon, cuidado!-grité al ver los cientos de titanes que en cualquier momento podrían destruir el hidroavión.
-¡Sosténganse!-gritó.
M corazón latía tan rápido que tenía miedo que saliera de mi pecho, me sentía nerviosa y por primera vez me sorprendí dudando de si nuestro poder sería suficiente.
Onyankopon realizó su maniobra imposible mientras sentíamos unas fuertes turbulencias que resultaron ser rocas. Rocas, lanzadas a alta velocidad... de la misma manera en la que miles de soldados habían muerto hace 5 años.
-Ahí esta...-oí gruñir a Levi-¡Ese maldito mono!
-Finalmente lo encontramos...-susurré.
-Nuestro objetivo es el titán bestia-gritó Hange-san dando órdenes, asumiendo el mando a pesar de haber nombrado a Armin comandante-¡Haremos todo lo que podamos para detener el retumbar!-gritó con determinación, una fortaleza que no sabía de dónde sacaba.
-¡Ahora!¡Vamos!-gritó Onyankopon urgiéndonos.
Armin abrió la puerta del hidroavión, entró una fuerte corriente de aire y tras dudar un segundo, se lanzó y nosotros tras de él.
-¡Mierda!-oí exclamar a Sasuke mientras veía las rocas que se aproximaba a nosotros a toda velocidad. Mientras Gaara, con arena, de no sé donde sacó, detenía todas las rocas que se interponían en nuestro camino.
Sin previo aviso, vimos un cegador destello amarillo en el aire. Reiner había decidido convertirse en titán en medio de la caída. Este arremetió rápidamente contra el titán bestia. Mientras con el equipo de maniobras nosotros tratábamos de aterrizar en el hueso gigante del titán de Eren.
Pieck, ya convertida en el titán carreta llevaba las bombas que habían estado en el hidroavión, para evitar que lo tomáramos.
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-¿¡El titán acorazado!?-gritaban unos en el fuerte que no estaba muy lejos de dónde se desarrollaba la batalla principal.
-¿¡Y el titán carreta!?-grito otro.
-Esos no son... ¿¡equipos de maniobras!?-gritaban los habitantes de Liberio que habían sobrevivido al ataque y que pudieron reconocer el equipo a lo lejos.
-No puede ser... fuerzas de Paradis... vinieron a detener el retumbar-celebraban algunos Marleyanos que habitaban Liberio y habían escapado de aquella masacre en masa.
-¿Reiner?-susurró una mujer de cabellos rubios.
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"Eren, te lo preguntaremos una vez más... ¿Qué parte de ti es libre... después de que te saquemos de ahí?"
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Una pequeña niña veía desde arriba la batalla que se libraba en el inmenso cuerpo del titán de ataque.
-No es de extrañar que no haya respuesta en absoluto-dijo Rose examinando los restos del titán bestia.-Es tan solo una cáscara vacía-sentenció.
-Cómo pensé, Zeke escondió su cuerpo tal y cómo lo hizo el titán martillo en Liberio-comentó Armin.
-Entonces ¿Tenemos que encontrar un cuerpo de 1 metro de largo y 20 centímetros de ancho en estos huesos?-gritó Levi frustrado.
-No nos queda otra alternativa-se lamentó Hange-san.
-¡Voy a explotar este lugar en un minuto!-se decidió Armin al fin, quien estaba a cargo de todo esto y Hange-san no había vuelto a tomar el liderazgo, el puesto de Armin en este momento no era nada envidiable.-¡Ustedes váyanse con el titán de carga!-ordenó.
-Armin....-susurró Mikasa al ver a su mejor amigo.
-¡Eren está esperando!-gritó Armin.
-¡Este ataque no lo matará, pero si explotamos estos hueso podremos saber dónde esta el verdadero cuerpo de Zeke! Naruto y yo nos dedicaremos a buscarlo en un radio de 100 kilómetros con ayuda del senjutsu-gritó Rose, ayudando a su amigo, nadie, absolutamente nadie merecía estar en una situación de aquel calibre.
-Pase lo que pase, no nos des importancia y explota este lugar a cómo de lugar-gritó Gaara mientras se iban de ahí.
No obstante, nada de lo que planeaban salía bien.
-¡ARMIN!-gritó Sasha al voltear atrás. Un titán había atrapado a Armin, dispuesto a exterminar al portador del titán colosal. Sin embargo, antes de quedar inconsciente por falta de oxígeno, Armin logró apreciar a una pequeña niña, viéndolo fijamente, aunque no logró ver del todo su rostro.
-No puede ser...-susurró frustrado Connie.
Y antes de que pudieran reaccionar cientos de diferentes titanes se materializaron en el cuerpo del titán de ataque.
A/N: He vuelto, gracias por la espera y no dejar esta historia :)
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Una nueva luz (SNK/AOT x Naruto Shippuden x Tu)
FanfictionRose Uzumaki, hermana gemela de Naruto y contenedora del lobo de las diez colas. Naruto Uzumaki, hermano gemelo de Rose y contenedor del zorro de las nueve colas. Sasuke Uchiha, único sobreviviente de su clan y poseedor del Rinnegan. Gaara, Kazekag...