Una nueva luz (SNK/AOT x Naruto Shippuden x Tu)

55. Un precario plan

Una nueva luz: Capítulo 55: Un precario plan

-Nos pides que veamos cómo se matan el uno al otro-señaló Connie frustrado. ¿Es esto... de verdad un problema que se resuelva con una pelea de titanes?

-No tenemos intenciones de ser meros espectadores, los Jaegeristas han matado a 4 de nosotros-sentenció Armin. 

-Y más importante aún, ya no hay tiempo para la humanidad-observó Levi con aburrimiento y fastidio-Vimos a muchos titanes caminando dejando vapor tras de sí, esos titanes probablemente ya han llegado al país de Marley-sentenció Levi fríamente. Teníamos que concentrarnos y entendía el actuar y el por qué decir esas cosas que dijo Levi tan repentinamente. 

Si ellos no se ponían de acuerdo rápidamente más vidas se perderían. 

-Si debo deducir, basado en su velocidad-siguió Levi-tal vez ya aniquilaron toda la población en el noroeste que está más cerca de aquí-un silencio tenso se hizo. Todos palidecieron y se callaron repentinamente. 

-No creí que pudieran atravesar el mar tan rápido-murmuró Hange-san-de ese modo llegarán a cualquier lugar en un parpadeo, me pregunto cuánta gente ha muerto ya-dijo dejando aquello en el aire, dejando que aquellas palabras hicieran impacto y nuestros compañeros por fin se decidieran a luchar. Era la humanidad o nuestros compañeros, era una tragedia, sí, pero no podíamos paralizarnos ante aquello. 

-¡DINOS DÓNDE ESTÁ JAEGER!-gritó repentinamente el general Magath, azotando repentinamente a Yelena y rompiendo uno de sus brazos bruscamente-Seguiré rompiendo cada articulación hasta que hables-sentenció el general. 

Me pregunto porque la violencia debe de ser la solución a todo. Suspirando me alejé un poco, no era el momento para intervenir, debíamos saber hacia dónde iba Jaeger o sino el mundo cómo lo conocemos caerá. 

-¡MAGATH!-exclamó Hange-san escandalizada. Cambio de opinión, sí es momento de intervenir... estábamos perdiendo tiempo, no me gusta la tortura y teníamos que detener a Eren antes de que se cargue la humanidad entera. 

-No es momento de torturar, general. Si no quiere que su preciado país por el que está dispuesto a masacrar una isla entera muera, entonces debemos proteger las naves-sentencié agarrándolo por el hombro y curando a Yelena mientras tanto. 

-He cambiado de opinión-se hizo oír la débil voz de Yelena-no quiero morir hasta ver cómo terminará esto con mis propios ojos. Si me llevan, tal vez les diga dónde está Eren-susurró. El general Magath suspiró y se volteó. 

-Connie, Armin, Mikasa, Jean, Sasha-se dirigió hacia los soldados de la Legión-Quiero disculparme por mi comportamiento de anoche, me equivoqué-se disculpó, no se dirigía hacia nosotros, pues él no había mostrado un comportamiento así con nosotros por el puro hecho de que no somos eldianos de origen. 

Me percaté de aquello anoche y me asqueé, ¿cómo es que pueden ser tan rencorosos por algo que pasó hace más de un milenio? Rápidamente alejé aquellos pensamientos de mi cabeza, si seguía así solo crearía odio contra aquellos que nos hicieron daño, y no queríamos eso en este preciso momento. 

-Hablar tan imprudentemente de justicia y estar ahora aquí... aún así, yo traté escandalosamente de probar que teníamos la razón-continuó el general-por que tenía miedo de verme a mi mismo... un despreciable marleyano. Ustedes no tienen la culpa, estuvo mal acusarlos por los pecados de sus antepasados-se lamentó-Pieck, Annie, Reiner-llamó a los guerreros Marleyanos-también ustedes, no tenían porqué cargar con el odio del mundo. Aún así, tenemos la responsabilidad de no olvidar esta tonta historia llena de sangre, y transmitirla a futuras generaciones-suspiró el general-Eren Jaeger intenta destruir todo, no puedo permitir eso. Si seguimos ignorando nuestro tonto comportamiento, este infierno nunca se terminará-por fin hablaba sinceramente-así que se los ruego, a todos-volteó a vernos a nosotros, los que venimos de otro planeta-solo por ahora pretendan que no ven, nuestras tonta acciones-dijo inclinándose. 

-Me rehuso-dijo finalmente Armin, después de una pausa.  

-¿Cómo podemos estar aquí fingiendo tener la razón... sin ensuciarnos las manos?-murmuró Sasha seriamente, era raro verla así, pero situaciones extremas necesitan medidas extremas. 

-Por favor, mire ese vapor... no pudo haber existido día más dramático que este, para que la historia cambie-sentenció Gaara. 

<><><><><><><>

-¡FLOCH!¿¡Dónde están!?-gritaba Armin en medio del puerto. El plan que habíamos organizado precariamente comenzaba. 

-¡Todos están bien!¡Apresúrense!-continuó gritando Connie-¿¡Dónde están los Azumabito!?-inquirió. 

-¿Armin?¿Connie?-llamó Floch desde una ventana. 

-¡Floch!-respondieron los chicos al unísono. 

-¿Dónde han estado?¿Por qué tanto escándalo?-cuestionó el líder de los Jaegeristas. 

-¡Seguimos al titán carreta!¡Están con el titán acorazado! Se fueron en dirección al mar-explicó Armin.

-Si no actuamos rápido se irán, necesitamos el bote volador... ¡Ahora!-exclamó Connie dramáticamente. 

-Apúrate, ¡Que los Azumabito se preparen!-aconsejó Armin al lado de Connie. Floch los veía no muy convencido de la actuación que estaban montando. 

-¿Qué demonios .... están diciendo?-respondió Floch. 

-¡¿Qué estás haciendo?! ¡¿No buscabas al titán carreta?! No es obvio que se fueron al sur, ellos...-gritaba Armin a todo pulmón-¡Mataron a Jean y a Onyankopon! ¿Sabías?-dijo con lágrimas en los ojos. Debemos admitirlo esa actuación ganaría un Oscar :n

-¡Armin! ¡El bote volador está ahí!-señaló Connie a una nave que flotaba con el "bote volador" atrás. 

-¡Floch!¡Apúrate y trae a los mecánicos!-urgió Armin mientras los dos chicos cabalgaban hacia la nave que tenía el artefacto que necesitaban. Mientras tanto nosotros nos preparábamos para intervenir si algo pasaba. 

<><><>

-Todo va bien, pero no creo que Floch se haya tragado eso-murmuré viéndolos a lo lejos junto a los demás. 

-Tranquila, todo saldrá bien... saldremos vivos de esta, cómo siempre lo hemos hecho-me calmó Gaara. 

-Tengo hambre... ¿alguien tiene pan?-preguntó Sasha del otro lado. Me reí, solo Sasha pensaría en comida en un momento cómo este. 

-Sí, sobreviviremos... juntos-sentencié más para mi que para los demás, sentí que Levi me tomaba la mano cómo para reconfortarme. Debíamos sobrevivir, todos... no permitiríamos que alguien muriera en el camino.