capítulo 10

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Enero 1917

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Enero 1917

Querida Candy:

Quiero empezar esta carta felicitándole por tu cumpleaños. Llegar a tener 18 años no es nada fácil. Pero es una de las etapas más lindas de la vida de un ser humano. Ahora que estoy sentando en una de las montañas de la isla de Assateague, viendo los caballos correr por toda la orilla de la playa. Me recuerdo a ti, me imagino a ti corriendo tan libre como estos caballos que veo.

Pero dime algo, Candy ¿Ya pensaste en lo que te dije? ¿Ya encontraste un sueño para luchar por el? ¿Una meta?

Con cariño Terrence G. Grandchester

-Hace tiempo que Candy no se emocionaba con una carta ¿No lo cree, señorita pony? – preguntó la hermana María, mientras tejía una bufanda con sus manos habilidosas.

-La pobre no ha recibido ninguna carta desde que Annie… desde que ella le rogó que no le escribiera mas.

Ambas mujeres sabían que Candy aún estaba dolida por aquellas palabras escritas en una hoja de papel, las cuales hasta se podían sentir al tan solo pasar la vista por la tinta en aquella hoja. Ninguna le mencionó a Annie desde aquel día, era una decisión dura, pero sabían que lo mejor para la huérfana era olvidar que alguna vez fue la mejor amiga de Annie Britter.

Febrero 1917

Excelentísimo Señor Grandchester:

Gracias por sus felicitaciones. Debo de admitir que tu carta me tomo por sorpresa, sobre todo porque pensé que te olvidarías de mí para siempre. Pero me alegro de que me hayas escrito. Hace ya varios años que no recibo ninguna carta. Y doy gracias a Dios por el motivo para que me hayas escrito.

Me permití poder imaginar la isla donde se encuentra. Sentir la brisa fresca sobre mi cara, y el oír el cabalgar de los caballos. Me recuerdo cuando mencionaste que amas los caballos. Pues yo también los amo y debes en cuanto voy al rancho de Tom. Tom es un gran amigo, no mas bien Tom es como mi hermano. Cuando estaba en el hogar de pony peleábamos y jugábamos como si de dos hermanos de sangre se tratase. Gracias a él fuimos encontradas Annie y yo el día que nos abandonaron.

¿Sabes? Aún no tengo un sueño el cual perseguir, pero si tengo una meta. Quizas te parezca una tontería, pero te la diré; quiero olvidar a Annie, quiero olvidar que un día la consideré como mi hermana, quiero olvidarme de ella. Porque yo para Annie no soy absolutamente nadie, mas que solo la pobre huérfana que dio su lugar para que la adoptaran. Esa hermana que quise tanto, la misma que vi riendo y feliz con Eliza Legan, en la tienda de vestidos  de novia.

Pd: ya me imagino tu cara al leer “Excelentísimo señor Grandchester”.

Con cariño Camdy White

-¿No qué te querías olvidar de todo el mundo? – la voz de Charlie, interrumpió al actor. El cual leería por trigésima vez la carta de la huérfana.

Analia [Fanfics Candy Candy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora