-¿Ya todo esta listo, Candy? – preguntó, Karen una semana antes de la gran fiesta.
-Todo, me he encargado personalmente de revisar los últimos detalles – afirmó la pecosa con su singular sonrisa – Desde la comida favorita de Terry y Albert hasta las flores y la decoración del salón.
-Muy bien, pero te hace falta algo muy importante.
-¿Qué es? - preguntó la pecosa preocupada.
-Los vestidos, Candy los vestidos. Hoy vendrá una modista exclusiva de Chicago a tomarme medidas, así que cuando venga hazla pasar por favor.
-Sí, Karen.
Y la castaña tenia razón al decir que la modista no tardaba en venir. La ágil mujer, ya tenía adelantado el vestido de Karen, era largo y rojo con algo de escote, uno bastante pronunciado para esa época. Solo era cuestión de unos cuantos arreglos y la prenda quedaría perfecta.
-Este, Candy necesito que me hagas un favor.
-Dime, Karen.
-Mientras que me quito el vestido, Amelia te tomará unas medidas a ti. Ella ya se tiene que ir y para ahorrar tiempo y como tenemos el mismo tamaño de cuerpo se me ha ocurrido que me te tome las medidas a ti como si fuera a mí. ¿Harías eso?
-Claro – Candy, pensó que esto era absurdo. Ya que la modista tenia ya las medidas de Karen. Y además ¿para qué, Karen mandaría a hacer otro vestido, si el que se acababa de poner le queda más que perfecto?
No obstante hizo todo lo que la modista le dijo y ese proceso no les tardo mas de 15 minutos. Luego Karen le pidió que tuviera los vestidos hechos para mas tardar el viernes, también le dio algo de dinero extra para impulsarla un poco. Amelia agradeció el dinero y prometió tener los vestidos listos para que se estrenarán el sábado.
-Bien, Candy – dijo, Karen una tarde que estaban sentadas junto a Sandra tomando el té y comiendo galletas en el jardín – Ya has avanzado en tus lecciones de etiqueta, sabes como saludar, sabes de que hablar, sabes los modales a la hora de comer, y aunque parezca increíble sabes bailar – se burlo la castaña y Sandra y Candy se rieron – Así que quiero que me prometas, que a pesar de que los Legan y los Andley estarán aquí, no será incómodo para ti.
Candy se había estresado desde que en la lista de invitados para la fiesta estaban los Legan, y se puso peor cuando ellos y los Andley confirmaron su asistencia.
-Yo.. yo – comenzó a balbucear la pecosa.
-Tranquila, Candy – intento calmarla, Karen – Todo ira bien, como te he dicho. Tus clases han avanzado mucho, eres linda y no tienes nada de que avergonzarte. Pero tienes que estar segura de ti misma ¿entiendes?
-Sí.
-Bien, porque te presentare a la familia más poderosa de todo Chicago: los Andley – Karen paso a sacar una serie de fotografías, pero aún no se las enseñaba – La familia Andley, es originaria de Escocia, pero han echado raíces aquí en América. Son muy numerosos y por eso yo aún no los conozco del todo – dijo Karen tranquila mientras ponía enfrente de Candy una fotografía de un hombre mayor, como de unos 69 años, tenía bigote y su cabello era blanco – Él es nada más y nada menos que el jefe del clan, William Andly, o como lo llamo yo, "el todo poderoso de la familia" – Candy siento algo cuando vio la fotografía de aquel desconocido, pero algo en la mirada fría de ese hombre le resultaba tierno – Esta es su esposa – dijo, Karen cuando le posicionó una foto de una mujer sonriendo <<Era Priscila>> la señora amable a la que había conocido hace años y mirada la cuál cautivó a la pecosa desde un principio – Es Priscila Andley, la de la mirada tierna y perdida.
-¿Se casaron por amor? – preguntó, Candy cuando junto las dos fotografías de aquel matrimonio, no era de su incumbencia, pero un sentimiento de calidez le llenó el pecho.
-No sé si lo sabes, pero la mayoría de matrimonios son por conveniencia y no por amor. Así que es muy probable que ellos no se casaron enamorados ¿pero que más da? Gracias a ellos nació Albert. Sigamos – dijo cuando le volvió a poner una foto enfrente – Este es el fallecido Phillip Andley. Y esta de acá es Emilia Elroy Andly. La famosa tía abuela, - una foto de un hombre aún más amargado estaba en las manos de Candy, luego paso a ver la otra foto de una mujer de avanzada edad y con una mirada llena de frialdad y amargura ¿acaso nadie en esa familia sonreía? Pensó, Candy – Elroy se caso a los 50 años con James Legan. Él ya tenía un hijo Roger Legan y estos ya te los conoces. Sara, Niel y Eliza Legan. Los hijos del demonio como los llamo yo – dijo con una risita – Phillip tuvo una hija, Janice Andley, o como le puse de apodo “la desaparecida” tiene dos hijos, Aliestear y Archivald cornewell. El elegante y el inventor.
-¿Por qué les pusiste ese apodo? – pregunto al ver detenidamente la foto de Aliestear. Seguramente era el hermano de Archie y el primo de Anthony.
-Pregúntale a Terry. Él fue el que los apodo de esa manera. Sigamos. Ella es Annie Corwell, la esposa del elegante – la foto de Annie apareció, pero, Candy las paso rápido – Priscila y William tuvieron tres hijos. Su primogénita Rosemary Andly. Lamentablemente ya esta fallecida – al ver la fotografía de Rosemary, Candy se sorprendió. ¿Era su imaginación o se parecía a ella? Cabello rubio y con rizos. Solo le faltaban las pecas – Dejo a su hijo en la orfandad. Él es Anthony, Anthony Brower – la cara simpática de, Anthony apareció enfrente suya – O como lo llama Albert; :el princeso". Le dice así por celos. Y bien llegamos a la parte más hermosa de todo – Karen le paso la fotografía de un hombre alto y rubio que sonreía, era como una copia de Anthony solo que más madura – Y esa es toda la familia Andley, o por lo menos, los más importantes.
Candy junto todas las fotografías, y vio que en la parte de atrás habían palabras escritas en cada una. “mi amor" “el princeso" “la fallecida” “la mojigata" “el elegante” “el inventor” “la madre desaparecida” “la diabla 1” “la diabla 2” “el baboso" “el, sí cariño lo que tú digas" “la amargada” “el muerto con mirada tenebrosa” “la dama cariñosa" “el suegro”
-¿Le has puesto apodos a todos? - preguntó entre risa.
-Sí, algo así – contestó y saco dos fotografías más – Se me han olvidado estas dos. Ella Brenda Marlow y su hija Susana Marlow. No son parientes directos de la familia Andley, pero son la hermana y sobrina de Sara – Candy vio la foto de Susana y algo parecido a un ataque de celos se apoderó de ella.
-¿Ella es la no…?
-¿La novia de Terry? No. Él no la mira como mujer. Solo como una piedra en su zapato. Pero no esta demás decirte que tengas cuidado con ella – la previno la castaña – Brenda y Susana son tan peligrosas como Sara y Eliza. No creas lo que te digan, no les hagas caso si quiere provocarte, y si es posible aléjate lo más que puedas de ellas ¿entiendes? – la pecosa asintió rápido y con miedo – No es que quiera asustarte, Candy, pero esas cuatro son peor que una serpiente venenosa, no quiero que te hagan daño.
Dijo con sinceridad, Karen. En el poco tiempo que habían pasado juntas, la actriz se había dado cuenta de la lealtad que tenía Candy hacia ella, y eso hizo que la castaña la empezara a apreciar de verdad.
-¿Por qué me enseñas las fotografías de esta familia, Karen?
-Por tres razones. Uno porque esta familia es tan poderosa como peligrosa, y quiero que si escuchas algo por más mínimo que sea me lo digas. Estoy interesada en el hiji de William Andly, y a él y a su hermana amargada no aceptan mi relación con él. Dos. Para que entres en contacto y descubras la verdadera cara de algunas personas. Tres. No sé, pero algo dentro de mí me dice que necesitas de conocer a los Andley. No me preguntes por qué ni yo misma me puedo responder esa pregunta.
Candy no le dijo nada. Terry le comentó hace unas semanas que Karen era una persona supersticiosa y pitonisa. Que si hablará cosas raras y sin sentido que simplemente no le hiciera caso y fue lo que la pecosa hizo.
ESTÁS LEYENDO
Analia [Fanfics Candy Candy]
FanfictionEl destino tan misterioso y sabio como cruel y despiadado. Decidió jugar y favorecer a las personas con perversidad. Decido separ a dos amigas por la ambición y el amor. Decidió separar a una hija de su madre para luego romper el corazón de ambas...