Capítulo 39

499 57 11
                                    

Unos quejidos de Somnlionecia despertó a Terry del sueño. Miró a su esposa y era ella la que se estaba despertando. Gesto que manifestó  con movimientos.

Terry se levantó un poco, sabía que el calmante que le dio la noche anterior tenía efectos secundarios: dolor de cabeza, nauseas y mareos eran algunos de ellos.

—Terry…— dijo Candy cuando abrió los ojos — ¿Qué me ha pasado? Me siento muy mal.

—Tranquila pecosa. Ayer te desmayaste. Nada grave, solamente te has cansado de más, el estrés, los nervios y esas cosas — le dijo Terry para tranquilizarla — Lo mejor será que sigas recostada. ¿De acuerdo?

—Sí — contestó la pecosa, mientras trataba de recordar todo lo que su esposo decía que había sucedido.

—Iré por tu desayuno, hermosa — le dijo Terry para después darle un beso en la frente — Ya mismo vuelvo.
Tenía que planear bien todo lo que haría de hoy en adelante.

Primero tendría que ver la manera en que su madre volviera al sanatorio de rehabilitación para alcohólicos, luego tendría que planear el siguiente plan a realizar para que Marcelo le dijera el nombre de los supuestos cómplices de la desaparición de Analia/Candy.
Ya era una realidad, aunque aún se negaba a aceptarlo.

—Debemos hablar — lo asustó Karen cuando entró en la cocina.

—¡Karen por Dios no me asustes tan temprano! — la retó el castaño.

—¿Dónde estuvieron anoche? — preguntó seriamente — Y no te atrevas a mentirme, porque no voy a tapar tus engaños ante Candy.

—¡No estoy engañando a Candy! — el comentario de Karen, hizo que se enfureciera el castaño — Amo y respeto a mi esposa. ¿Por quién me tomas?

—Perdón. Es que después de… ya lo sabes. No confío en los de tu género. Pero de todas maneras para mí es demasiado misterioso que ustedes tres salieran en la noche — especuló Karen — Eso sin contar que mi amiga estaba como sedada. Cómo para que no se diera cuenta que su marido no estaba en casa. 

—Esta bien, esta bien. Te lo contaré.

Al ser consciente del interés que le pondría Karen, por averiguar del por qué se fue la noche anterior. No le quedo de otra más que contarle con lujo de detalles lo que estaba sucediendo.

—¿Entonces Candy es la hija perdida de los Andley? — preguntó impresionada.

—Eso parece — le comentó el castaño — Las únicas pruebas que tengo para asegurar eso, son la ropa que me han dado la hermana María y la señorita Pony, y la palabra de un criminal.

—Ahora que me acuerdo. Creo que hay algo más — dijo Karen recordando dos escenas del pasado — Cuando Albert y yo estuvimos…bueno ya sabes. Él tenía una mancha en la parte baja de la espalda. Pero meses antes me percate de que Candy también tiene esa mancha exactamente en el mismo lugar. ¿No crees que esa mancha es como una especie mancha hereditaria?

—Puede que tengas razón — contestó el castaño recordando todas las veces en que le había visto a Candy esa mancha — Demasiada razón. Pero no explicó ¿cómo es qué le has visto esa mancha?

—Tranquilo, celoso. ¿Te acuerdas de la fiesta de cumpleaños? — el castaño asintió — cuando le coloqué el corsé le vi la dichosa mancha. Claro solo es una hipótesis mía. Pero si quieres puedo descubrir algo mañana.

—¿Y cómo piensas hacerlo, nieta Gregor Medel?

—Mañana iré a nadar con Anthony Brown. Y si mis especulaciones son buenas, él también tendrá esa mancha, o se la habrá visto a su tío.

Analia [Fanfics Candy Candy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora